Como todos los años, en paralelo al Foro Económico Mundial, se entregan los premios Public Eye, a las empresas con peor desempeño social y ambiental. Este año los ganadores fuerom Shell y Goldman Sachs.
Así como los Oscar o los Grammy tienen su contrapartida, en la que se premia a los peores actores y músicos, el mundo de la responsabilidad también cuenta con sus propios antipremios. Claro que en este caso, en lugar de elegir el calendario de alfombras rojas para dar a conocer los antipáticos galardones, la fecha siempre coincide con el foro de Davos, que reúne a figuras políticas y económicas del mundo entero.
Como contracara del cotizado ranking Global 100 que elabora Corporate Knights, desde 2005, se entregan en esta ciudad suiza, en una especie de contracumbre, los “premios” Public Eye. Son otorgados por la ONG suiza Berne Declaration y Greenpeace Suiza, que aprovechan que todos los ojos están puestos en Davos para llamar la atención sobre las empresas menos responsables del planeta.
Estos galardones pretenden poner en evidencia casos de compañías con “codicia por las ganancias” y “pecados ambientales”. En la edición 2013, Shell resultó ganadora del voto popular (más de 40.000 personas votaron online), mientras que Goldman Sachs fue elegida por el jurado, compuesto por directivos de ONGs y académicos, expertos en ética.
Otras compañías nominadas para los “premios de la vergüenza”, en orden de votos, fueron G4S, una de las mayores compañías de seguridad privada, Repower, una empresa energética suiza, la minera india Coal India, su par sudafricana Lonmin y el gigante Alstom, acusado de hacer de los sobornos su modus operandi.
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