Tecnológicas como Google, que invirtió US$ 2.000 millones en renovables y tiene el panel corporativo solar más grande, o Facebook están a la vanguardia. En retail, Walmart lidera en México al abastecer con energía eólica sus tiendas, igual que Ikea en E.E.U.U.
El mercado energético global está viviendo transformaciones de la mano del sector privado. Con un incremento masivo de la demanda de energías limpias por parte de las empresas, se está facilitando la transición hacia un panorama en el que la sustentabilidad se plantea como una realidad y no una utopía.
De hecho, de acuerdo al Global Status Report de REN 21, por quinto año consecutivo, las renovables superaron a los combustibles fósiles en términos de inversión neta. Solo en 2014, las alternativas limpias agregaron 135 GW a la grilla mundial, representando más del 60% de las adiciones netas a la capacidad global. Este continuo éxito significa un progreso histórico tanto en los sectores públicos como en los privados. "Los datos siguen confirmando que la revolución limpia, el cambio hacia una economía próspera de bajo carbono, está en camino. Se ha comprobado que la energía renovable es confiable, barata y la única opción sustentable tanto para la economía como para el entorno", apuntó Mark Kenber, CEO de The Climate Group.
El foco en la sustentabilidad
Estas cifras también reflejan las elecciones corporativas. Así, son cada vez más quienes apuestan por este camino y desmitifican sus riesgos. Google, por ejemplo, reconvertirá una planta fósil en un centro de datos operado en un 100% por renovables. El titán informático ya cuenta con el 46% de sus centros operados de forma limpia. Con este nuevo emprendimiento, no solo se beneficiará de las líneas de transmisión y tomas de agua ya existentes en la estructura, sino que implementará mejores prácticas y empleará tecnología de eficiencia a través de servidores súper eficientes y algoritmos complejos.
Hasta el momento, la compañía lleva invertidos más de US$2.000 millones en proyectos renovables. Entre estos, se cuenta la compra de energía eólica de granjas cercanas a sus sedes, con siete contratos por más de 1.040 MW, y la instalación del panel solar corporativo más grande de su tipo en 2007 de 1,7 MW.
En una faena similar, Facebook está construyendo un nuevo centro de datos en Fort Worth, Texas, que como su predecesor en Altoona se manejará en su totalidad por energías renovables. Para hacerlo posible, asignará alrededor de US$ 500.000.000. Se lo anuncia como el espacio de datos más avanzando, eficiente y sustentable, gracias a los 200 MW de energía eólica nueva que traerá al estado texano.
"Gracias a nuestro continuo foco en la eficiencia y a nuestras inversiones en renovables en los años recientes, el impacto de carbono del uso de una persona de Facebook durante todo un año es el mismo impacto de carbono que de un latte mediano", apuntó Tim Furlong, Vicepresidente de Infraestructura de Facebook en la presentación del proyecto. Además, el titán de las redes sociales aprovechó la ocasión para declarar su compromiso de abastecer la mitad de su capacidad total por renovables para el 2018.
Pero no son solo las empresas de IT las que ven los beneficios de esta movida. Coca Cola, sigue ideando planes sustentables de reciclado y conservación de agua, a la vez que invierte fuertemente en las eco energías. En Atlanta, la empresa cuenta con una planta de calefacción y suministro de 6.5 MW alimentada por el metano que se captura de un vertedero que genera alrededor de 48.000.000 kWh anuales.
Quien también encontró una veta para aprovechar los gases de vertedores fue BMW. Desde hace 12 años, su planta en Spartanburg adoptó un sistema con una capacidad de 11 MW. Esto fue solo el comienzo de las operaciones en onda verde de la automotriz. En Munich, sus instalaciones se abastecen de 3.660 paneles solares, mientras que su centro de investigación y desarrollo acciona bancos de prueba con energía recuperada de la energía de freno.
Pero la búsqueda no es solo en el abastecimiento, sino que también se da en los mismos productos. A principios de julio de este año, la automotriz alemana lanzó a las calles de Bavaria el primer vehículo eléctrico de 40 toneladas. El camión se alimenta solo de renovables, tarda entre tres y cuatro horas en cargarse y puede recorrer hasta 100km con una carga completa. Se estima que ahorrará 11,8 toneladas de Co2 por año en comparación a cualquier camión diesel.
Grandes nombres conllevan grandes responsabilidades
Y es que compañías que son centrales en el desarrollo de las sociedades deben dar más de sí. Siendo el mayor retailer del mundo, Walmart está siendo el mayor partidario corporativo de proyectos de energía renovables en sitio. Gracias a una combinación de células de techo, paneles solares y proyectos eólicos, la compañía lleva más de 335 proyectos desde finales de 2013 con un estimado de 2.200 millones de kWhs de producción.
En la región, la empresa también pisa fuerte. Con tres plantas eólicas en Oaxaca y una minihidroeléctrica en Veracruz, Walmart de México y Centroamérica cubre las necesidades de 1.114 tiendas, oficinas y centros de distribución, lo que representa el 51% del total de la energía que utiliza en México.
“Dentro de Walmart a nivel internacional y el sector comercial en el mundo, Walmart de México y Centroamérica es una de las empresas con mayores avances en el uso de energía renovable para el abastecimiento de sus operaciones.
La energía de estas cuatro plantas, y los proyectos que tenemos contemplados a futuro, nos acercan a la meta de utilizar, para fines de 2020, 3 mil GWh (gigawatts hora) de energía renovable y reducir en 20% nuestra intensidad energética en comparación con el año 2010″, expresó Antonio Ocaranza, director de Comunicación Corporativa de Walmart México y Centroamérica.
Otro de los recientes eco-anuncios vino de la mano del grupo IKEA, que se comprometió a una inversión de €500.000.000 en energía eólica y €100.000.000 en solar en los próximos cinco años. Esta decisión se suma a los €1.500 millones que ha asignado desde 2009. La empresa ha instalado tecnologías solares en casi el 90% de sus tiendas en Estados Unidos, que se traduce en un total de 40 MW de capacidad generada.
Varios de estos despliegues, como el de Canton, Michigan, califican como las disposiciones de techo más grandes de sus estados. En particular, la compañía se centra en las bondades del viento, y a mediados de noviembre compró su segunda granja eólica, una instalación de 165 MW en Texas. "El cambio climático es uno de los mayores desafíos del mundo y necesitamos compromisos y acciones osadas para hallar una solución", comentó Joanna Yarrow, Jefa de Sustentabilidad en el Reino Unido e Irlanda de IKEA.
La unión hace la fuerza
Pero como todo cambio estructural, surge la necesidad de aliarse. Consciente de esto, IKEA fue una de las primeras organizaciones en unirse al programa RE100 de The Climate Group. Desde septiembre de 2014, la acción ayuda a aquellas instituciones que quieren alcanzar la meta de volverse 100% renovables.
RE100 busca que para el 2020, cien de las empresas más grandes del mundo se hayan comprometido a volverse 100% renovables.
Así, la iniciativa busca que para el 2020, cien de las empresas más grandes del mundo se hayan comprometido con este ambicioso objetivo. Hasta el momento, 23 de las multinacionales más influyentes se unieron: Alstria, Autodesk, BT Group, Commerzbank, Elion Resources Group, Formula E, H&M, Infosys, IKEA, Kingspan, KPN, Mars, M&S, Nestlé, Philips, Proximus, Reed Elsevier Group, J. Safra Sarasin Bank, SAP, SGS, Swiss Re, Unilever, YOOX Group.
Pero el programa también ha puesto su mirada en mercados específicos, con gran potencial de cambio como los dos gigantes asiáticos. A principios de julio de este año, la iniciativa desembarcó en China para brindarles la oportunidad a los negocios de alcanzar los compromisos energéticos del país. En alianza con la Chinese Renewable Energy Industries Association (CREIA), ayudará a desarrollar las estrategias y capacidades necesarias para trazar y alcanzar sus objetivos.
A través de talleres, webinars y salidas, la idea es compartir las mejores prácticas, promover el aprendizaje entre pares y proveer experiencia de primera mano sobre proyectos que se llevan adelante en la temática. "Las compañías que participen en las actividades de construcción de capacidad de RE100 serán capaces de desarrollar un entendimiento más profundo sobre cómo las inversiones en energía renovable pueden proporcionar seguridad energética, ayudar a gestionar los costos eléctricos y mejorar su reputación, a la vez que ayudan a alcanzar las metas climáticas de China", resaltó Changhua Wu, Director General de The Climate Group en China.
En el caso de India, durante la última semana de junio de 2015, las mayores compañías del país se reunieron para discutir las oportunidades que les ofrece la alternativa del RE100. La conversación se centró en los pasos que se pueden dar con el actual marco legislativo y dónde hace falta un mayor apoyo legislativo. En el nivel estatal, el país se comprometió a instalar 175 GW de nueva capacidad para el 2022, con el desarrollo de varias políticas que apoyan esta visión. Entre estas, se destacan obligaciones de compras renovables, exenciones fiscales y beneficios de amortización acelerados para proyectos verdes.
El panorama que presenta el país ya se presenta como alentador, y ha dado como resultado que la capacidad energética limpia conectada a la grilla nacional pase de 15,521 MW en 2010 a 35,777 MW en marzo de 2015. "Hemos dado grandes pasos en los últimos siete años para volvernos sustentables a lo largo de nuestras operaciones, y con el mercado de energías renovables abriéndose paso ahora en India, apuntamos a abastecer toda nuestra electricidad de renovables para 2018", expresó Mohamed Anis, Jefe de Energía y Servicios para Europa en Infosys, el primer negocio hindi en unirse al movimiento RE100. La empresa de TI ya cubre de manera ecológica el 30% de sus necesidades de suministros e invertirá en un proyecto solar de 50 MW para este año y 200 MW más para el 2018.
Pese a todos estos alentadores casos, todavía existen visiones cínicas con respecto a la magnitud de estos avances. Entre ellos, Bill Gates mostró su postura al ignorar la propuesta de Keep It In The Ground. Lanzada en marzo por el periódico The Guardian, la campaña es un llamado a las dos caridades de salud, Gates’ Foundation y el Wellcome Trust para que se despojen de las compañías de gas, petróleo y carbón.
Más de 223.000 personas alrededor del mundo firmaron la petición del movimiento que ya ha convencido a más de 220 instituciones a alejarse de estas industrias. Sin embargo, Gates consideró que la acción carece de impacto. El magnate considera que la urgencia está en inversiones de alto riesgo en tecnologías de vanguardia y doblará su inversión personal en las renovables a US$2.000 millones durante los próximos cinco años en un intento de “doblar la curva” en la lucha contra el cambio climático.
Con este panorama, la presión es cada vez mayor. "Tenemos que asegurar un fuerte acuerdo en las charlas climáticas en París más adelante este año, pero incluso si lo hacemos, este no entrará en acción hasta el 2020, lo que nos deja con una brecha. Con más de la mitad de la electricidad mundial siendo usada por los sectores industriales y comerciales, esta es nuestra oportunidad para cambiar el mercado energético global a favor de la energía renovable", sostuvo Phil Levermore, Presidente de The Climate Group.