Las empresas Clase A en el desafío ambiental

La "2015 Climate A List" de Carbon Disclosure Project (CDP) reveló los nombres más comprometidos de este año, entre los que se cuentan actores como Unilever, Telefónica, Sony, Apple, NH, Citigroup o Nestlé. Grupo Financiero Banorte de México, el único latino.

Por segundo año consecutivo, el Carbon Disclosure Project (CDP) dio a conocer su selecta lista de las compañías más comprometidas en la lucha contra el cambio climático. Esta vez, son 113 las que lograron hacerse un lugar a la edición 2015 de la Climate A List, gracias a su eco- performance de clase A. En esta ocasión, el ranking forma parte de la publicación anual del organismo, el Climate Change Report, que por primera vez ha decidido comparar el panorama actual con el del 2010 para evaluar hasta qué punto las empresas han cambiado sus estrategias para convertirse en parte de la solución frente al desafío ambiental.

"La influencia de las corporaciones es muy grande. El momentum de la acción corporativa hacia el cambio climático indica que hemos alcanzado un punto de quiebre, en el que las empresas se han preparado para alcanzar todo su potencial. Necesitan políticas ambiciosas tanto a nivel nacional como internacional que las apoyen en este sentido y catalicen la participación de la industria a escala", destacó Paul Dickinson, Presidente Ejecutivo y Co fundador de CDP.

En esta carrera por la eficiencia, las A Corps surgen tras el análisis de las respuestas emitidas por 1.997 empresas de 51 países que representan el 55% del mercado de las listadas globalmente. Entre ellas, Apple, Google y Microsoft son las más grandes en términos de capitalización. Y este riguroso examen ha recortado la cantidad de nombres que sobresalen, al pasar de 187 en 2014 a las 113 de este 2015.

Pese a esta disminución, el informe se mostró alentador en términos generales tras la comparación con las 1.799 instituciones equivalentes en 2010. Lo que hace cinco años se consideraba accionar de vanguardia, hoy está establecido como una práctica estándar alrededor del planeta. Así, por ejemplo, ha crecido el porcentaje de metas de reducción de intensidad (21% a 50%), al igual que las absolutas (27% a 44%), a la vez que prácticamente se han duplicado las iniciativas de reducción activas (47% a 89%).

Esta creciente toma de conciencia del mundo de los negocios coincide con la que se ha generado dentro del entorno político. Los datos divulgados en 2015 indican un progreso considerable en contraste con aquellos en el marco de las fallidas charlas de Copenhagen. Ahora, con la COP 21 de París, la transición hacia una economía global de bajo carbono es vista cada vez más como una oportunidad estratégica por compañías, líderes y sus inversores. En esta sintonía, el acoplamiento de las empresas con legisladores en pos de estas problemáticas ha pasado del 60% al 84%.

Y la comunidad de inversores también hace sentir su presión. El número de inversionistas instituciones demandado divulgaciones sobre cambio climático, energía y emisiones a través de CDP ha aumentado en un 54% desde 2010. El estudio de este año surge tras el pedido de 822 de ellos que representan una ganancia total de US$ 95 billones. Solo en 2014, se invirtieron US$21.4 billones en fondos con mandatos ambientales, sociales y de gobernanza, un 61% por encima de lo que representaba hace dos años. Yendo todavía más lejos, de aplicarse los recientemente introducidos lineamientos de votación de fondos, conocidos como Red Lines, el no informar a CDP puede poner en riesgo los trabajos de los presidentes.

Así, las empresas responden a las necesidades de los inversores al mejorar la calidad de datos que informan a través de CDP. Sin embargo, algunas ausencias han sido notables, como las de Agricultural Bank of China Ltd, Berkshire Hathaway y Facebook, las tres mayores por capitalización de mercado. La región también dejó que desear tras el silencio de Grupo Modelo, América Móvil y Grupo México S.A.B. de CV de México y la Southern Copper Corporation de Perú.

Cada vez más conscientes de la importancia que inviste esta problemática para todos sus stakeholders y para ellas mismas, se siguen sumando las empresas que asignan las cuestiones verdes a su junta o alta dirección (de 80% a 94%), como aquellas que generan incentivos para la gestión de estas temáticas (47% a 75%).

Las empresas que asignan las cuestiones verdes a su junta o alta dirección pasó de reprsentar el 80% al 94%). Y aquellas que generan incentivos para la gestión de estas temáticas, del 47% al 75%.

"Debemos realizar acciones rápidas y audaces para abordar las causas raíces del cambio climático. Esto significa quebrantar el status quo: cambiar la manera en la que hacemos negocios, haciéndonos responsables a nosotros y a terceros y creando soluciones innovadores para incentivar una economía de bajo carbono", expresó Meg Whitman, Presidente y CEO de Hewlett Packard Enterprise, una de las empresas A de este año.

Tratando de hacer eco de este mandato, el universo relevado es responsable por 8.335 proyectos o iniciativas de reducción entre los que se encuentran algunas similitudes. Los tres tipos más comunes son la mejora de la eficiencia energética en edificios y procesos; la instalación o construcción de generadores de energía de bajo carbono; y el cambio en el comportamiento como la introducción de ciclos a esquemas de trabajo, programas de reciclado y transporte compartido.

Muchos objetivos, pocas en línea
Sin embargo, el documento advierte que más allá de la cantidad, las metas establecidas no son lo suficientemente profundas o a largo plazo. Mientras que el 51% de la muestra tiene un alcance que llega solo hasta 2014 o 2015, el 42% tiene una visión a 2020 y solo el 6% va más allá, cifras casi idénticas cuando se repasa la intensidad de las metas. Desde CDP disparan que esta precaución se puede explicar al incierto entorno legislativo, y que muchas se encuentran a la espera de los resultados de París antes de comprometerse por mayor tiempo.

Es así que las A Corps se diferencian de la media como en el caso de Siemens, una de las 64 empresas en alcanzar el puntaje perfecto de 100 dentro de la categoría A. El 46% de sus ganancias en 2015 están relacionadas a productos de su portfolio ambiental, ayudando a sus consumidores a reducir emisiones en 428 millones de toneladas métricas por año, equivalentes a más de la mitad de las emisiones anuales de CO2 de Alemania.

"Como uno de los mayores productores de tecnologías de ahorro de recursos, nuestra compañía también tiene una clara responsabilidad de liderar mediante el ejemplo. Por eso nos estamos comprometiendo a reducir nuestra huella de carbono global a la mitad para el 2020 y a volver nuestras operaciones globales carbono neutro para el 2030", expresó el Dr. Roland Busch, Miembro de la Junta Directiva y Director de Sostenibilidad de Siemens.

Para lograr esto, las compañías deben escaparle al antiguo mito que coloca a la responsabilidad como antítesis de la rentabilidad. Así, instituciones de clase A como L´Oreal han tenido éxito a la hora de desvincular su crecimiento productivo de las emisiones en 2014. La cosmética ha logrado una reducción en términos absolutos de las emisiones de sus actividades de producción en un 50%, a la vez que la producción se ha incrementado 22% en el mismo período.

"Estamos comprometidos en una transformación profunda hacia un modelo de negocios crecientemente sustentable y responsable a través de nuestro programa Sharing Beauty with All, nuestros compromisos de desarrollo sostenible para el 2020 que cubre toda nuestra cadena de valor y se ha vuelto una prioridad estratégica", explicó Jean-Paul Agon, Presidente y Director Ejecutivo de L´Oreal.

Una lista ecléctica
En lo que hace al perfil del selecto grupo, al igual que en 2014, esta edición vuelve a ser de lo más variada en términos de procedencia, capitalización e industria. Si bien hay organizaciones de distintas partes del mundo, abundan los líderes con base en Europa, Estados Unidos y el sudeste asiático. En esta repartida, Corea del Sur es un caso que sobresale, tras la introducción de un sistema de trading de carbono, dando un categórico paso al frente en sus esfuerzos por taclear las emisiones.

Los esfuerzos del lado corporativo son igualmente alentadores con 11 de las 74 empresas participantes de CDP (el 14%) alcanzando un lugar en la A List, lo que es tres veces más que la media global. Mientras tanto, Medio Oriente y África brillan por su ausencia, y Grupo Financiero Banorte de México es el único representante de América Latina.

Aunque no hayan podido nutrir la lista, el estudio indicó que las compañías de nuestra región demostraron algunos de los mayores cambios en los últimos cinco años y han ayudado a colocarla en una posición fuerte. El porcentaje con incentivos por gestión climático casi se triplicó y también se registraron mejoras en la práctica del reporting. En ocasiones, se encuentra algunos puntos por encima del promedio global, como en cantidad de instituciones que asignan la responsabilidad climática a su junta (96% contra 94%), en el compromiso con legisladores (88% contra 84%) o en la divulgación de datos de emisiones para dos o más categorías de Alcance 3 (72% contra 63%).

Pero a la zona le queda mucho por recorrer y el contraste contra la media mundial muestra una evolución poco favorable en sus metas de reducción de intensidad (32% frente a 50%) y en términos absolutos (28% frente a 44%), aunque no así en las de reducción activas (92% frente a 89%). En general, las empresas regionales que informan a CDP tienen una buena performance e incluso algunas muestran liderazgo como Grupo Financiero Banorte, que planea introducir un precio interno de carbono como herramienta para informar la toma de decisiones, pero representan un tamaño de muestra pequeño, señalando una oportunidad perdida en la región.

En relación a los sectores, finanzas e industria fueron los que contaron con mayor cantidad de líderes, con 25 miembros cada uno. Entre los primeros resuenan nombres como Bank of America de Estados Unidos, ING de Holanda y MAPFRE de España; mientras que Hyundai E&C y Samsung Engineering de Corea del Sur, Ferrovial de España y Schneider Electric de Francia lo hacen en el segundo grupo. En el otro extremo de la lista, energía volvió a contar con escasa representatividad, con solo dos integrantes, y Roche Holding AG quedó solo en salud, aunque como en el año pasado, esto en parte se explica debido al menor tamaño del rubro.

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