Las empresas podrían contribuir con el 60% de la reducción de las emisiones prometidas en París


We Mean Business y The Carbon Disclosure Project (CDP) analizaron cinco iniciativas corporativas para combatir el cambio climático. Sus contribuciones potenciales superan las gubernamentales.

El Acuerdo de París fue un punto de inflexión para la acción global en torno al cambio climático. Y no solo en el estamento gubernamental. Compañías en todo el mundo ya se apuntaron a iniciativas que van más allá que los compromisos nacionales y están tomando medidas mucho antes que sus gobiernos. El reciente estudio "The Business End of Climate Change" de We Mean Business y The Carbon Disclosure Project (CDP), analizó este efervescente panorama corporativo y ya habla de una "Contribución Empresarial Determinada" ¿Pero qué tan grande será?

Esta primera edición evaluó el nivel de reducción que se puede lograr para el año 2030, centrándose en cinco iniciativas de actores no estatales y proporcionó información detallada sobre cómo y dónde escalarlas para maximizar el impacto. Así, la investigación determinó que para el 2030, las empresas reducirán sus emisiones de gases de efecto invernadero en 3.700 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente al año. Eso es media tonelada de CO2 por cada hombre, mujer y niño en el planeta, cada año.

3.700 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente al año

Representan más del 60% de las reducciones de emisiones totales (6.000 millones de toneladas métricas para el 2030) prometidas por todos los países del Acuerdo Climático de París a través de sus propias Contribuciones Nacionales Determinadas.

Es el equivalente a eliminar de forma permanente 1.000 estaciones eléctricas de carbón, casi el 75% del total del mundo.

"Este informe deja en claro que los negocios van a jugar un enorme papel en la economía mundial para alcanzar -y superar- sus objetivos climáticos. Con este potencial viene una gran oportunidad de aumentar la resiliencia, innovar y salvaguardar la rentabilidad futura. La única manera es mediante la acción empresarial en torno al cambio climático. Pero no hay que dirigirnos hacia este futuro ciegos: la divulgación de información sobre el clima será esencial para realizar un seguimiento del progreso empresarial, estimular una mayor acción y ayudar a las empresas a alcanzar su ambición ", destacó Paul Simpson, CEO de CDP.

Las elegidas
La proyección del documento pone en el centro de la escena a Science Based Targets, EP100, RE100, Zero Deforestation y la Low Carbon Technology Partnership initiative (LCTPi). Los números finales se basan en el supuesto de que los cinco movimientos cumplan sus planes más ambiciosos para suscribir a las empresas, en cuál sería el impacto en la reducción si todos los negocios relevantes de hecho se unieran a estos llamados, y por último, en la superposición de sus impactos.

En 2010 el mundo bombeó 48.000 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono a la atmósfera. Sin el Acuerdo de París, esa cifra alcanzaría 61.000 millones en 2030. Las Contribuciones Nacionales Determinadas acordadas en París noquean 6.000 millones de ese total. Pero eso nos deja lejos de las 42.000 millones requeridas que los científicos acordaron para mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2ºC.

De acuerdo al documento, los negocios podrían contribuir con 3.200-4.200 millones por año, el equivalente al 7-9% de las emisiones del mundo en 2010. Desde el informe reflexionan que esto a su vez podría alentar a los gobiernos a establecer objetivos más ambiciosos con políticas que los igualen. Y si todos las empresas relevantes que podrían unirse a estas iniciativas en realidad lo hicieran, el resultado sería todavía más alentador.

¿Cómo ser un catalizador?

Sin importar cuántas corporaciones se unan, y para que más se animen a hacerlo, el estudio hace un llamado concreto a los gobiernos a:

  • Alentar a los servicios públicos a ofrecer contratos de energía renovables y hacer que sea más fácil para las empresas el compromiso con ellas
  • Ayudar a las empresas a construir sus propias instalaciones de electricidad renovable
  • Apoyar la I+D para las tecnologías de baja emisión de carbono
  • Ofrecer préstamos y depreciación del capital para volver más atractivas las inversiones en eficiencia energética
  • Crear incentivos para compradores y vendedores de productos sostenibles
  • Reducir la carga administrativa y el costo de certificación para los productores, para hacer más fácil la producción de materias primas sin deforestación

En el último año, alrededor de 300 empresas se han adherido a estas iniciativas, algunas a más de una a la vez. Las adherentes vienen de todas partes del mundo, de todos los sectores, y se están uniendo en números crecientes: en los últimos doce meses (de junio de 2015 a mayo de 2016), 174 empresas se inscribieron en estas iniciativas, en comparación a las 49 empresas en los doce meses anteriores (junio de 2014 a mayo 2015). Si las cinco iniciativas cumplen sus planes más ambiciosos, ese número se elevará a alguna parte entre 3.000 y 6.000 empresas. Sin embargo, su impacto será limitado sin una intervención política más activa.

En efecto, el estudio revela que si todos los negocios se sumaran, se alcanzaría una disminución de 10.000 millones de toneladas. Pero, los analistas advierten que eso solo puede suceder si los gobiernos crean un entorno normativo adecuado. Eso significa actuar como catalizadores y eliminar las barreras que actualmente impiden a las empresas luchar contra el cambio climático.

Las empresas pueden tener una gran motivación para tomar acción sobre el cambio climático, pero tropiezan con obstáculos. Por ejemplo, regulaciones que les impiden pasar a una cadena de suministro o a una infraestructura de menores emisiones. Una vez que los gobiernos creen políticas que favorecen una economía baja en carbono, introduzcan señales de precios de carbono y creen incentivos, las empresas podrían ser aún más ambiciosas en sus esfuerzos para reducir las emisiones. Eso, a su vez, haría que sea más fácil para los gobiernos alcanzar sus contribuciones -e incluso ir más allá de ellas.

"Las empresas que toman medidas osadas en torno al cambio climático están contribuyendo de manera significativa a la colocación del mundo en una trayectoria por debajo de los 2° C. Para realizar plenamente este potencial, tenemos que hacer que sucedan tres cosas: La primera, que los gobiernos eliminen las barreras y creen incentivos que le permitan a las empresas ser aún más ambiciosas en sus esfuerzos para reducir las emisiones. La segunda, que las empresas líderes ya comprometidas en la acción climática eleven la ambición de sus pares al demostrar la magnitud de la oportunidad económica. Y la tercera, que las empresas que aún no se comprometen, sigan el fuerte liderazgo de las empresas que ya se han adherido a uno o más de los compromisos de We Mean Business ", observó Nigel Topping, Director Ejecutivo de We Mean Business.

Las iniciativas y sus miembros

Science Based Targets

Dirigida por el Pacto Global de la ONU, el World Resources Institute, WWF y CDP, provee de recursos técnicos para ayudar a que sus miembros establezcan objetivos de emisiones basados en la ciencia en función de mantener el cambio climático muy por debajo de los 2° C. Hasta junio de 2016, 163 empresas se han comprometido a hacerlo y quince ya tienen sus objetivos revisados y aprobados.

Kellogg Company ha reducido sus emisiones de carbono en un 14% por tonelada métrica de alimento producido desde 2005. En 2015, la empresa se comprometió a objetivos ambiciosos bajo Science Based Targets, incluyendo una reducción del 65% en las emisiones de sus operaciones para el 2050, e involucrar a sus proveedores para reducir sus emisiones en un 50% para el 2050.

RE100

De la mano The Climate Group y CDP desde 2014, la iniciativa global busca que las compañías se abastezcan de electricidad 100% renovable, trabajando para aumentar de manera considerable la demanda de y la entrega de esta alternativa. Hasta junio de 2016, RE100 tenía 65 compañías a bordo.

Entre sus integrantes, el Grupo IKEA es socio fundador y se ha comprometido a volverse 100% renovable, al generar tanta energía renovable como la energía total que consume en sus edificios para el año 2020. Para cumplir con lo dicho, ha invertido €1.500 millones en renovables desde el 2009 y prometió otros €600 millones el año pasado.

EP100

En este grupo liderado por The Climate Group que también funciona con The Global Alliance for Energy Productivity and Sustainable Energy for All, las empresas se comprometen a duplicar su productividad energética (producción económica de cada unidad de energía) dentro de 25 años. Las primeras compañías anunciaron sus promesas EP100 en el segundo trimestre de 2016.

Mahindra & Mahindra Ltd., el mayor fabricante mundial de tractores fue la primera empresa socia. Al suscribirse a EP100, la empresa con sede en la India se ha comprometido a duplicar su productividad energética para el año 2030.

Zero deforestation

Más de 50 empresas se han inscrito para eliminar la deforestación de los productos desde sus cadenas de suministro a través de la campaña Commit to Action de CDP y We Mean Business. Con el fin de pasar del compromiso a la acción, las empresas pueden seguir los pasos en la hoja de ruta de CDP Deforestation Roadmap. La misma es una guía sobre la evaluación completa de riesgos, el establecimiento de objetivos, la ejecución, la lucha por el liderazgo y el seguimiento de progreso.

Englobado en su Plan de Vida Sustentable, Unilever se fijó asegurar que todos los materiales utilizados que contengan fibras de madera, desde etiquetas a palitos de helado, sean de fuentes certificadas y sostenibles para el año 2020. Hacia 2014, el 87% del papel y cartón usado en el packaging provino de bosques certificados de gestión sostenible o a partir de material reciclado, por encima del 62% del año anterior.

Low Carbon Technology Partnership initiative (LCPTi)

Encabezada por el World Business Council for Sustainable Development busca acelerar el desarrollo de tecnologías de baja emisión de carbono y ampliar su despliegue. Más de 150 empresas y 70 organizaciones no gubernamentales, organismos gubernamentales, ciudades y otros socios de todo el mundo se encuentran en las primeras filas de este movimiento. El fin es ofrecer soluciones transformacionales al desafío climático a partir de ocho áreas: combustibles para el transporte de bajo carbono, bosques como sumideros de carbono, eficiencia energética de los edificios, energías renovables, transporte bajo en carbono, productos químicos, cemento, agricultura y clima inteligente.

Bajo este movimiento, el fabricante de camiones Scania, los operadores Nestlé y UPS y la firma de optimización Route Monkey se centran en la lucha contra las emisiones de transporte de mercancías por carretera. Su objetivo es explorar el "potencial sin explotar y actualmente sin asignar" para reducir las emisiones a través de una mejor optimización de la flota y la colaboración entre los operadores de transporte de mercancías por carretera.

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