Llevada adelante por los ministros Sergio Bergman y Carolina Stanley, tuvo como objetivo profundizar el papel de las empresas en los lineamientos internacionales.
Bajo el lema “Construyendo la agenda 2030 en la Argentina”, el evento buscó fortalecer el compromiso del sector privado con la Agenda 2030. Organizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD Argentina), la Red Argentina del Pacto Global (PG) y el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible, más allá de concientizar, el fin fue pasar a la acción.
“Esta es una agenda de todos; no se puede resolver de a uno. Pero cada uno tiene que poner su parte. Y creemos, desde las organizaciones y el Estado, que lo que siempre proclamamos no tiene que ser un enunciado sino una práctica. Esta jornada tiene que ver con esa práctica”, expresó Sergio Bergman, Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
La solución depende de todos
Para hacer posible su meta, desde el gabinete se dieron cuenta de la importancia que conllevan las alianzas estratégicas. “No podemos atender ninguna otra prioridad si primero no aseguramos la dignidad y decencia en la vida de las personas. En esa agenda prioritaria, no podemos hacer otra cosa que asociarnos con la ministra Stanley, que tiene el trabajo permanente de dar lo que es imprescindible: asistencia social”, apuntó Bergman.
Pero más allá del trabajo conjunto en el estamento intragubernamental, la tarea atañe a cada uno de los actores de la sociedad. “Cuando hablamos de ODS estamos hablando de metas, pero de trabajar juntos”, reforzó al respecto Carolina Stanley, Ministra de Desarrollo Social.
Esta revelación es igualmente cierta en el caso de las compañías. “No hay ninguna empresa que mañana pueda salir a hacer frente a los 17 ODS", advirtió Flavio Fuertes, coordinador de la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas.
“Es una agenda de estado, no de gobierno. Involucra a todos los actores y nos hace pensar el país a 15 años”, sentenció al respecto Gabriela Agosto, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
Y es que esto queda en evidencia debido el carácter indivisible de los ODS. “Por primera vez se plantean como una integralidad. Esto no es un concepto abstracto, no son grandes palabras: si no empujamos todos para el mismo lado, no salimos”, disparó Stanley.
Esto se traduce en que una problemática se debe a múltiples factores. Ya quedó trunco el pensamiento lineal que reduce todo efecto a una simple causa. “Una familia no es ni deja de ser pobre sólo por la cantidad de ingresos que tiene a fin de mes. Lo es por su ambiente, lo es por su hábitat, lo es por su educación, por su acceso a la salud y por cada uno de los derechos que están plasmados en la Constitución”, ilustró la ministra.
Con este espíritu, a lo largo de la jornada, representantes del sector público y privado compartieron sus experiencias sobre la temática de producción sustentable con el foco puesto en la implementación de la Agenda 2030.
Un pensamiento holístico
“Nos hemos propuesto trabajar con los ODS como los ejes para empezar a construir un informe del ambiente. Asimismo estamos por lanzar una Red de Monitoreo Ambiental donde estamos invitando también al sector privado a que empiece a volcar información”, explicó por su parte Diego Moreno, Secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable.
En este mismo sentido, a lo largo de la jornada quedó en evidencia que además de entender que muchos pueden más que uno, nada va a pasar sin la integración de estos lineamientos internacionales. "Los ODS te marcan un norte, son una brújula", asestó Carlos Gentile, Subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable.
Conscientes de ellos, desde el gobierno dieron muestras de un abordaje holístico a la faena. "Reprogramamos el tablero de control de las secretarías en función de los 17 ODS", contó Bergman.
De todos modos, no se trata de una tarea sencilla. Todavía no existe precisión en mucho de lo que se plantea a nivel global. "Muchas de la agenda son metas aspiracionales. Van a ser difíciles de cumplir si no hay una línea de base clara”, reflexionó Agosto.
A este desafío metodológico, se le suma uno estructural: el de subsanar la articulación prácticamente inexistente que existía entre las esferas pública y privada. Así, otro de los grandes temas de debate fue la relación con el sector privado y el cambio que ha tenido este vínculo a lo largo del tiempo.
“El sector privado dejó de ser un actor secundario. Somos parte del problema, pero también parte de la solución”, exhortó Federico Nicholson, Presidente de CEADS.
Con esto en mente, desde el nivel estatal decidieron reparar la insuficiencia en la temática. “Pusimos en la mesa una agenda que hasta entonces no existía, que tiene que ver con la articulación público privada en cuestiones de desarrollo sustentable. Ella venía siendo insuficiente en los últimos años y desde el sector empresario tenían la misma opinión”, comentó Gentile.
De esta forma, de pasar a ser agentes secundarios en la agenda del desarrollo sostenible como demostró la experiencia de los ODM, todo el proceso previo a los ODS plantea un nuevo paradigma en el que las corporaciones juegan un papel fundamental. “La agenda de los ODS marca un punto de complementariedad entre el desarrollo empresarial y el desarrollo global”, opinó al respecto Fuertes.
Fuera de estos paneles de debate, reflexión y disertación, la jornada dio lugar a que cuatro empresas compartieran sus experiencias con la aplicación de criterios de sustentabilidad. De esta forma, se presentaron los casos de Unilever, Arcor, AD Barbieri y Maggacup.
Además, para pasar de la palabra a la práctica, se realizaron cuatro talleres simultáneos con el fin de facilitar mecanismos de implementación de los ODS. Los mismos se centraron en Educación para el desarrollo sustentable, Producción y consumo responsable, Acción por el clima y Ciudades sostenibles.
