El Boston Common Asset Management anunció que 59 grandes bancos amenazan con socavar los esfuerzos para apoyar la transición hacia una economía baja en carbono mediante su inacción.
59 de los bancos más grandes del mundo no reconocen los riesgos y oportunidades climáticas. Así lo reveló el informe Banking on a Low-Carbon Future del Boston Common Asset Management. Y es que aunque la comunidad internacional viene dando mayor lugar en la agenda a la problemática ambiental desde el Acuerdo de París en 2015, el reporte indica que menos de la mitad de los bancos (49%) implementa evaluaciones de riesgo climático o análisis de escenarios con 2ºC.
En esta misma línea, a pesar de la divulgación generalizada de sus productos y servicios bajos en carbono, solo el 46% de los bancos establece objetivos explícitos para promoverlos. Y solo dos de cada cinco entidades se aseguran que las asociaciones comerciales o los grupos industriales a los que pertenecen adopten políticas climáticas progresivas.
Además, un 61% no ha restringido el financiamiento al carbón, una de las fuentes de energía con una producción intensiva de emisiones de carbono. No solo eso, sino que en contra de los esfuerzos mancomunados en el sentido contrario, el sector bancario mundial proporcionó unos USD 600.000 millones en el financiamiento de los 120 principales desarrolladores de plantas de carbono entre 2014 y septiembre de 2017.
Tampoco están haciendo la tarea a la hora de organizarse con el Grupo de trabajo sobre divulgación climática (TCFD). Creado por el Consejo de Estabilidad Financiera del G20, el grupo brinda recomendaciones sobre los riesgos financieros relacionados con el cambio climático por lo que se vuelve un socio clave en la temática, ampliamente avalado y reconocido. Pero según el documento, aunque el 54% de los bancos afirman que respaldan el TCFD, el ritmo de alineación es demasiado lento.
Además, la investigación señala que existen grandes disparidades regionales. Así, mientras que el 80% de los bancos europeos han realizado evaluaciones del riesgo climático, solo lo han hecho alrededor del 33% en cada una de las regiones de Norteamérica, Asia desarrollada y los mercados emergentes.