Plaza Galicia certificó LEED Oro


El edificio de Banco Galicia sacó 66 puntos en la distinción Leadership in Energy and Environmental Design que reconoce el diseño, la construcción y la operación de construcciones sustentables de alto rendimiento.

En el marco de su Política Ambiental, Banco Galicia obtuvo la certificación LEED-NC Oro para su “Plaza Galicia”Leadership in Energy and Environmental Design. El edificio inaugurado en 2017 y con capacidad para más de 1.400 colaboradores, está ubicado en la calle Leiva 4070 en el barrio de Chacarita.

“Plaza Galicia es un emblema innovador de los espacios corporativos de la ciudad de Buenos Aires. El proyecto permitió una puesta en valor de la comuna 15, revitalizando y transformando la vida del barrio, creando nuevas oportunidades de desarrollo y descongestionando el área del microcentro", expresó Fabián Kon, CEO de Banco Galicia.

En concreto, la categoría Oro implica que se incorporaron estrategias sostenibles dentro de las siguientes categorías: Sitios Sustentables, Ahorro de Agua, Eficiencia Energética, Materiales y Recursos, Calidad del Ambiente Interior, e Innovación y Diseño.

Así, la incorporación de aspectos relacionados con la eficiencia energética, el cuidado de la calidad ambiental interior, la reducción del consumo de agua potable, el desarrollo del sitio y la selección de la ubicación en relación a su contexto, y la elección de materiales y recursos le valieron la reconocida distinción a la sede. Tras pasar la rigurosa evaluación, el inmueble obtuvo un total de 66 puntos en la certificación.

La conjunción de estos aspectos resultaron en un alto desempeño ecológico. "Este edificio logra reducir en un más de un 40% el consumo de agua utilizando la recolección de agua de lluvia, y reduce un 18% el consumo de energía gracias al sistema de climatización. El edificio permite desarrollar una cultura ecológica entre quienes lo habitan”, destacó Kon.

Los cambios que hacen la diferencia
Algunas de las estrategias que adoptaron desde la entidad financiera para hacerlo posible incluyen la ubicación estratégica del terreno, próximo a los medios de transporte públicos y con cercanía a servicios; la remediación del sitio y el control de la erosión y la sedimentacion durante la obra; la reducción de cocheras y la incorporación de cocheras reservadas para vehículos eficientes y compartidos; la implementación de bicicleteros y vestuarios; la incorporación de terrazas ajardinadas para el adecuado manejo del control de agua de lluvias y para reducir el efecto isla de calor (en conjunto con superficies reflejantes); y la reducción de la polución lumínica.

Además, el edificio incorporó artefactos y griferías eficientes, el reuso de agua de lluvia para descargas cloacales, se seleccionaron especies vegetadas nativas con bajos requerimientos hídricos, y se diseñó un sistema de riego únicamente con agua de lluvia.

En relación al ahorro de energía y el cuidado de la atmósfera, se planteó el uso de una doble fachada con carpinterías de alta prestación, sistemas de iluminación y acondicionamiento térmico de alta eficiencia, sensores de presencia, y un sistema inteligente de manejo del edificio. También se seleccionaron refrigerantes de bajo impacto al ambiente.

Otras estrategias incluyeron el uso de materiales con contenido reciclado y regional, el uso de pinturas, adhesivos y selladores con bajo contenido de compuestos orgánicos volátiles, la incorporación de felpudos en los ingresos y de filtros de alta eficiencia, así como de sensores de CO2.

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