La multinacional anunció varios cambios en su política y se compromete a ser más transparente en estos casos. Así lo anunció su CEO, Sundar Pichai, en respuesta a las protestas masivas que organizaron sus colaboradores.
Una semana después de que miles de empleados de Google organizaran una protesta coordinada a nivel mundial, el gigante de Silicon Valley cambió algunas de sus políticas sobre conducta sexual inapropiada.
El anuncio vino en forma de carta dirigida a los trabajadores con la firma de Sundar Pichai, su CEO. “En el futuro, proporcionaremos más transparencia sobre cómo manejamos las inquietudes. Daremos un mejor apoyo y atención a las personas que las presentan. Y duplicaremos nuestro compromiso de ser un lugar de trabajo representativo, equitativo y respetuoso ", apuntó Pichai.
La manifestación masiva por parte de los empleados se originó después de que se revelara la permisividad corporativa hacia la conducta sexual de sus ejecutivos. El caso más relevante al respecto fue el de Andy Rubin, el padre del sistema operativo Android. Rubin fue compensado con nada menos que USD 90 millones al irse de la compañía tras una investigación por abusar de una subordinada.
Más recientemente, se dio una situación similar con el despido de Rich DeVaul, un directivo del laboratorio Google X. En respuesta a estas realidades, los trabajadores exigieron el fin del arbitraje forzado, la instauración de un sistema único para denunciar el acoso de forma anónima y una promesa de que el oficial principal de diversidad informará directamente al CEO.
¿Qué va a hacer el gigante de las tecnologías al respecto? Se comprometió con varios de los cambios exigidos, pero no se abordó la demanda de que se designe un representante de los empleados en la junta. En cambio, Google señaló que sea su director de diversidad quien proporcione recomendaciones a la junta a través del Comité de Compensación y Desarrollo de Liderazgo.
Se van a revisar los canales que se usan para reportar los casos de abusos para asegurar que las denuncias se traten correctamente. En cuanto al arbitraje -que hasta ahora era obligatorio- en los casos de acoso y agresión sexual, será opcional.
Para terminar con esta cultura, prometen más apoyo para quienes denuncien, incluido el derecho a llevar a un colega a las reuniones con el departamento de recursos humanos.
En paralelo, se proporcionará más información al personal sobre tales investigaciones y los resultados. Para ello, se harán informes periódicos y detallados sobre el número de reclamos y si terminaron en el despido de personas. La empresa también publicará una guía interna sobre cómo funcionan las investigaciones.
De forma preventiva, para intentar evitar que se llegue hasta ese extremo, se ampliará la capacitación obligatoria sobre el tema. Con esto en mente, impartirán cursos anuales de formación y sensibilización. En la actualidad, la compañía los contemplaba cada dos años. Y la omisión de la capacitación afectará las evaluaciones de desempeño de los empleados.
En esta misma línea de prevención, se espera que los gerentes desalienten el consumo excesivo de alcohol en eventos relacionados con el trabajo. Un dato no menor si se tiene en cuenta que en el 20% de casos de acoso sexual, el denunciado había ingerido alcohol.
Para hacerlo extensivo, apuntan a asegurar que los miles de contratistas de la corporación estén incluidos en estos derechos y responsabilidades.
De todos modos, las nuevas políticas también advierten que se impondrán medidas más duras si los problemas persisten.