Ramiro Costa, Economista Jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, comparte los detalles esta iniciativa de Bolsas de Cereales y de Comercio del país que busca potenciar el desempeño ambiental de los productos argentinos de exportación.
Para alcanzar la competitividad global de los bienes transables de la Argentina, se vuelve indispensable adoptar una postura ambiental proactiva. "Es un tema de agenda mundial. Los temas climáticos y el compromiso de reducción de emisiones van ganando espacio en la agenda pública, no solo del sector público, también de las empresas e instituciones", señaló en esta entrevista radial Ramiro Costa, Economista Jefe de la Bolsa de Cereales.
Conscientes de ello, las Bolsas de Cereales y de Comercio del país se unieron en el lanzamiento del Programa Nacional de Carbono Neutro para Alimentos, Bebidas y Bioenergías de Exportación de la Argentina. La iniciativa privada tiene por objetivo mapear ambientalmente la producción nacional, implementar planes de gestión y certificar el balance de carbono de los productos argentinos de exportación.
"La tendencia es hacia una sostenibilidad ambiental que se pueda certificar", remarcó el vocero. Y es que desde las entidades ven como fundamental adoptar una agricultura climáticamente inteligente que conjugue el aumento de la productividad con medidas de mitigación y adaptación, liderar en la generación de conocimiento, certificar con estándares ambientales armonizados y/o equivalentes y ser parte del nuevo paradigma productivo ambientalmente eficiente. "Todas las empresas que están vinculadas con el comercio exterior se dan cuenta o enfrentan esta demanda", insistió Costa.
"Todas las empresas que están vinculadas con el comercio exterior se dan cuenta o enfrentan esta demanda", insistió Costa.
Así, las Bolsas del rubro se han comprometido con lineamientos macro como el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París al igual que con estándares privados ambientales que se van presentando en las distintas cadenas. El desafío es enorme y el esfuerzo conjunto es clave. Es por eso que el Plan se implementará mediante mesas sectoriales, buscando tanto la representación geográfica como de toda la cadena de valor. "Cada mesa refleja el avance que se pueda tener en función de grado de elaboración de alimentos", explicó el economista.
En cada una se tratarán cuestiones puntuales y de tendencia, como lo orgánico. "Es un mercado que viene creciendo muy marcadamente en la última década y todo parece indicar que no se estaría frenando sino acelerando", analizó el representante. Con el primer encuentro en noviembre de 2019, en un plazo de doce meses proyectan alcanzar el cálculo de balance de carbono para las unidades de producto definidas.
A partir de esa línea de base, se generarán Manuales Sectoriales de Buenas Prácticas Ambientales y se fijarán metas de reducción. "Dependerá del compromiso de cada empresa", puntualizó el vocero. Serán ellas las encargadas de ejecutar las mediciones y gestiones necesarias, certificadas por un tercero independiente.
"Este esquema también contempla que este desafío ambiental puede estar acompañado de externalidades positivas", destacó el entrevistado.
Las compañías que quieran podrán trabajar en un esquema de reducción mediante la inversión y gestión para una mayor eficiencia, a través de la implementación de sistemas de captura como la forestación o una compensación vía crédito "Este esquema también contempla que este desafío ambiental puede estar acompañado de externalidades positivas", destacó el entrevistado sobre el impacto de instrumentos como los green bonds.
Así, en paralelo a las Mesas se avanzará en el diseño e implementación de un mercado de bonos de carbono o CER (Certificados de Reducción de Emisiones) y un mercado de bonos ambientales para financiar inversiones y generar activos transables en Argentina.
La iniciativa de Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Bolsa de Cereales de Córdoba, Bolsa de Cereales de Entre Ríos, Bolsa de Comercio del Chaco, Bolsa de Comercio de Rosario y Bolsa de Comercio de Santa Fe marca un hito en materia de obtención de datos locales. "La mayoría de las veces se utilizan coeficientes de trabajo de otro lugar con tecnología distinta", observó Costa.
"Tenemos un sistema ambientalmente más amigable que lo que se dice. Contar con datos propios es una oportunidad para hacer una puesta en valor de eso y darlo a conocer", reflexionó el economista.
"Tenemos un sistema ambientalmente más amigable que lo que se dice. Contar con datos propios es una oportunidad para hacer una puesta en valor de eso y darlo a conocer", reflexionó el economista. Distintos tipos de sellos también buscan premiar el esfuerzo: el primero irá para aquellas empresas que desde se están vinculando como miembros o interesados, uno segundo de mayor nivel de compromiso irá para quienes realizaron la medición de su huella, mientras que el tercero se reservará para quienes además llevan adelante un trabajo activo en la reducción. "Consideramos que Argentina tiene un potencial de crecimiento enorme", alentó el entrevistado.