El silencio no es una opción: la reacción corporativa al asesinato de Floyd


Las empresas estadounidenses se han sumado a la condena de la violencia policial y el racismo institucionalizado del país, al ritmo de la consigna Black Lives Matter. Más de 60 CEOs se pronunciaron públicamente. ¿Pero sus palabras se condicen con sus acciones?

En medio del malestar que se vive en Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd detenido por la policía en Minneapolis, las grandes corporaciones vienen sumando sus voces a las protestas contra la violencia policial y el racismo sistémico. En los últimos diez días, a la par que las ciudades endurecieron los toques de queda, las redes sociales se llenaron de cuadrados negros en un #BlackOutTuesday, y compañías que anteriormente podrían haber permanecido calladas unieron fuerzas en torno a la causa de justicia racial.

En menos de una semana, más de 60 CEO se pronunciaron públicamente condenando el crimen. La lista de empresas que hablaron desde las redes y memos internos a sus empleados creció rápidamente. Líderes de industrias que van desde la banca hasta la tecnología y la indumentaria acompañaron sus discursos con acciones de lo más diversas, como promesas de antirracismo o anuncios de contribuciones a organizaciones de derechos civiles. “Lo que estoy viendo es un nivel de urgencia como nunca antes se había experimentado, que muchas personas negras de todos los días que trabajan dentro de las empresas han ayudado a crear”, resaltó Rashad Robinson, Presidente de Color of Change, un reconocido grupo de derechos civiles, quien reconoció recibir una veintena de llamados de empresas en los últimos días consultando su opinión sobre declaraciones corporativas en medio de la crisis.

En menos de una semana, más de 60 CEO se pronunciaron públicamente condenando el crimen.

El asesinato de Floyd

De 46 años, el afroamericano George Floyd murió el 25 de mayo en Minneapolis, después de que un policía blanco le presionara el cuello con su rodilla durante más de 8 minutos. El crimen fue capturado en un estremecedor video en el que el oficial Derek Chauvin hace caso omiso a los pedidos de Floyd de que lo soltara y junto a otros tres agentes ignoran a las personas que los increpan. El hombre había sido detenido por supuestamente tratar de pagar en una tienda con un billete de USD 20 falso.

La muerte fue catalogada como homicidio por la autopsia oficial y ha conmocionado a la comunidades internacional. En Estados Unidos, la mayoría de las manifestaciones en los últimos días han sido pacíficas, pero algunas se han vuelto violentas y se han impuesto toques de queda en varias ciudades. Trump propuso el uso del ejército para contener las protestas, algo que se encontró con una amplia oposición, incluida la del propio Pentágono. El presidente norteamericano tiene la facultad de ordenar el despliegue de soldados gracias a la llamada ley de insurrección, que data de 1807 y que prevé recurrir a los servicios del ejército en casos de extrema gravedad y amenaza del orden público.

Pero más allá de la cuota emocional, abordar problemáticas sociales es una decisión calculada en el mundo corporativo. Mientras quienes permanecen neutrales son etiquetados como cómplices al problema del racismo, incluso aquellas que históricamente se han mantenido al margen, decidieron expresarse.”Es inteligente, esperan tomar una posición, con suerte, porque es moral, pero también porque entienden el juego económico a largo plazo”, apuntó Americus Reed, Profesor de Marketing en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania.

Al momento, solo se cuentan cuatro CEO negros entre el Fortune 500.

Lo que dicen y hacen los principales actores corporativos

Claro que los hashtags y las donaciones no serán suficientes para abordar las desigualdades estructurales dentro de sus propios rubros. Las empresas estadounidenses han estado hablando de representación negra durante décadas, pero al momento, por ejemplo, solo se cuentan cuatro CEO negros entre el Fortune 500: Marvin Ellison de Lowe’s, Kenneth Frazier de Merck, Roger Ferguson de TIAA y Jide Zeitlin de Tapestry. “Me senté varias veces para escribir esta carta, pero me detuve cada vez. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Esto es personal”, escribió Zeitlin, sobre la muerte de Floyd.

“Me senté varias veces para escribir esta carta, pero me detuve cada vez. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Esto es personal”, escribió Jide Zeitlin, CEO de Tapestry.

Y es que pesar de la abolición de la esclavitud 1863, Estados Unidos sigue peleando con más 400 años de discriminación en todas las esferas. Algunas de las reflexiones corporativas han puesto esto en evidencia. “No nos engañemos: no necesitamos empatía, necesitamos cambios políticos. No necesitamos caridad, necesitamos justicia. Las corporaciones tienen que estar dispuestas a poner su poder detrás de las cosas que les importan”, declaró Tim Ryan, Presidente de PwC.

De hecho, las declaraciones corporativas de los últimos días pueden volverse un arma de doble filo, si no están respaldadas por una verdadera cultura organizacional diversa y justa. A las reacciones de apoyo a los comentarios de CEOS y altos ejecutivos, se les sumaron también otras menos amigables, increpando a las compañías por una mayor coherencia en su desempeño cotidiano. “Cool, cool… pero quén será promovido a CEO/CFO, COOO? #ThereIsSomeWorkForYouToDo”, se apunta en un tweet acompañado de fotos de ejecutovos blancos, respondiendo a un comentario de la marca de ropa Peloton, que anunciaba una donación a la NAACP LDF.

Rivalidad en pausa

Esta crisis también ha servido para que marcas rivales pongan en pausa sus diferencias. El aviso rápidamente viralizado de Nike “No finjas que no hay un problema” logró una altísima repercusión a partir de que Adidas se hizo eco del mensaje y empezó a difundirlo en sus redes. “Juntos es como avanzamos. Juntos es como hacemos el cambio”, alienta la alemana al sumarse al pedido de su tradicional competidor, como también lo hizo Converse. Reebok también se contó entre los gigantes del calzado en solidarizarse con la comunidad negra.

Por su parte, las empresas de cable de ViacomCBS, incluidas MTV y Comedy Central, suspendieron su programación durante ocho minutos y 46 segundos como homenaje a Floyd y al movimiento Black Lives Matter. Las de Warner Media, incluidas HBO, TBS y HBO Max, cambiaron sus nombres de Twitter a #BlackLivesMatter y citaron al novelista negro James Baldwin: “Ni el amor ni el terror nos vuelven ciegos: la indiferencia nos vuelve ciegos”. Netflix también se expresó por la plataforma desde donde apuntó que quedarse en silencio era ser cómplice: “Las vidas negras importan. Tenemos una plataforma y tenemos el deber de hablar, por nuestros miembros, empleados, creadores y talentos negros “. El hashtag apareció en empresas de todo tipo, como minoristas como Nordstrom o el fabricante de helados Ben & Jerry’s.

Números de un racismo embebido

En la comunidad negra de Estados Unidos:

  • La tasa de muertes es el doble que la de los blancos.
  • La tasa de desempleo ha duplicado la de los blancos en los últimos 60 años.
  • Aunque los niños afroamericanos constituyen el 18% de los preescolares en todo el país, representan casi el 50% de las suspensiones.
  • Los estudiantes tienen 3 veces más probabilidades que sus pares blancos de ser suspendidos por las mismas infracciones.
  • Más de la mitad de todos los jóvenes afroamericanos conocen a alguien, incluidos ellos mismos, que ha sido acosado por la policía.
  • Constituye el 13% de la población, pero representan aproximadamente el 40% de la población carcelaria.
  • Quienes manejan tienen un 30% más de probabilidades que los blancos de ser detenidos por la policía.

El asesinato de Floyd tiene un fuerte paralelismo con la de Eric Garner, quien también murió durante un arresto en 2014 en Nueva York, mientras repetidamente pedía a los oficiales: “No puedo respirar”. Así, hay quienes estos días han hecho suyas esas angustiantes palabras, como Mark Mason, Director Financiero de Citigroup. Otras han sido más cautelosas en su enfoque. Target, por ejemplo, que tiene su sede en Minneapolis y fue golpeada por el saqueo en una tienda la semana pasada, habló de “una comunidad en dolor”, pero hasta el momento nunca mencionó palabras como “afroamericanos”.

Los gigantes de la tecnología también se han pronunciado de diversas maneras: Amazon, Apple, Facebook, Google, Intel, Salesforce y Twitter, al igual que la popular Tik Tok. Mientras, YouTube prometió USD 1 millón en iniciativas de justicia social, pero rápidamente enfrentó críticas de que sus esfuerzos de moderación contra el contenido racista han sido históricamente débiles. Esto no le pasa solo a los titanes de las TIC. Varias de las empresas que expresaron su apoyo han tenido relaciones complicadas con la raza en el pasado, como Starbucks en 2018 con el arresto de dos afroamericanos en uno de sus locales o la propia Nike, que al 2017 solo el 10% de sus 353 vicepresidentes eran de la comunidad.

Todo parece indicar que las declaraciones corporativas que respaldan las protestas seguirán enfrentando un mayor escrutinio, dado el papel que las grandes empresas pueden desempeñar en las desigualdades económicas, otro de los grandes temas que se destaca en las protestas. Quedará por ver si sus palabras progresivas finalmente se traducirán en acción puertas adentro y afuera.

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