Entrevistamos a Milagros García Romero, Jefa de Sustentabilidad de la compañía, y profundizamos en los detalles de este programa que busca incorporar al mundo del trabajo a uno de los grupos más vulnerables dentro de la comunidad LGBTIQ+.
En el marco del Día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans, 18 de marzo, dialogamos con Milagros García Romero, Jefa de Sustentabilidad de Newsan. Y profundizamos sobre el Programa de Inclusión Laboral para Personas del colectivo Travesti-Trans que lleva adelante la compañía.
Se trata del grupo más vulnerado dentro de la comunidad LGBTIQ+ y con mayor dificultad de acceso al mundo laboral. “Este grupo tiene una expectativa de vida de 35 años: eso es un llamado a la acción. Queremos ser agentes de cambio”, detalló García Romero en esta entrevista.
Fue así como la compañía diseñó este programa específico para generar puestos genuinos de trabajo para este grupo. Y lo hizo en el marco de un trabajo más amplio en el plano de la diversidad, que llevan adelante desde hace seis años cuando hicieron su primer autodiagnóstico y trazaron un mapa de la diversidad interna.
El puntapié inicial para la inclusión de personas Travesti-Trans fue en la planta de Avellaneda, donde los puestos no requerían estudios previos. “El equipo de Recursos Humanos fue un aliado clave y sponsor del programa. Capacitamos a los equipos y también a las empresas que hacían el psicotécnico y el preocupacional, parte clave de la cadena de valor y primer contacto en la selección”, explicó la ejecutiva en la nota, quien también detalló que trabajan con aliados externos como la consultora especializada Nodos.
Más tarde llegó el turno de incorporar personal a las oficinas. Y, si bien se trata de un programa que no persigue volumen sino un cambio cultural, hoy ya totalizan 10 las personas incluidas de este grupo. En breve se replicará la experiencia en Monte Chingolo y Ushuaia.
El “Protocolo de Actuación para la prevención, abordaje, erradicación y prohibición de la violencia hacia las personas del colectivo LGTBIQ+” llegó como parte natural de este proceso. “Surgió a partir de una situación concreta de una persona que le habían echado de la casa. Diseñamos un protocolo con licencias, horario flexible, adelanto de sueldo… Es open source y cualquiera lo puede consultar “, recordó García en la entrevista y precisó que se basaron en la experiencia previa del protocolo de violencia de género.
Los desafíos continúan. El próximo pasó será acompañar en casos de transición de género y también la idea es extender los protocolos a toda la cadena de valor.
