De acuerdo con los datos recopilados en el último Censo Provincial de Basura Costera Marina realizado en 19 localidades bonaerenses, los residuos plásticos, junto con las colillas de cigarrillos, se mantienen como el principal problema ambiental en la costa atlántica bonaerense.
La séptima edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, organizado por la Red Costera Bonaerense (RECOBO) confirmó una tendencia en ascenso. Los residuos plásticos continúan copando las playas.
Más de 400 voluntarios cubrieron 297.636 metros cuadrados de playa, en 19 localidades bonaerenses, entre septiembre y octubre. Así recopilaron 49.913 residuos, que fueron analizados uno a uno. De ellos el 74,05% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más que son los residuos más abundantes de las costas, en línea con el censo 2022. Un dato más que relevante considerando que la contaminación por plástico es uno de los problemas ambientales globales que más empeoró en los últimos años, generando graves consecuencias: daña especies y hábitats marinos muy valiosos y, al llegar al ser humano, pone en riesgo nuestra propia salud.
“Los residuos plásticos, sean macro o microplásticos, ya contaminan todos los ambientes naturales y se han incorporado a la cadena alimenticia de muchas especies, incluidos los seres humanos. La contaminación por plásticos ha dejado de ser una problemática exclusiva de los ambientes terrestres y marinos, y de la fauna que los habita, para pasar a ser una cuestión de salud pública, dado que, a través del alimento y la bebida, incorporamos pequeñas partículas de plástico que se distribuyen por nuestro organismo”, aseguró Diego Albareda, Coordinador de Paisajes Costero-Marinos de Fundación Vida Silvestre Argentina, organización miembro de la RECOBO.
Se conoce como residuos marinos a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero. Esta problemática se ve acentuada con motivo de las toneladas diarias de basura que llegan a los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como las bocas de tormenta y los pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros o la descarga desde las embarcaciones. A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos.
Dentro del ítem plásticos, el contaminante más encontrado, fueron aquellos constituidos por envoltorios plásticos que representaron el 14,17% del total. Estos materiales de un sólo uso, diseñados para proteger o contener productos durante un breve período, son desechados rápidamente y suelen terminar en ecosistemas terrestres y marinos.
En el océano, los envoltorios plásticos no se descomponen, sino que se fragmentan en microplásticos, pudiendo afectar gravemente la biodiversidad marina y entrando en la cadena alimenticia. Además de su impacto ecológico, generan problemas económicos al afectar la pesca y el turismo en las zonas costeras. Su alta presencia en las costas refleja la necesidad urgente de reducir su consumo y mejorar las políticas de gestión de residuos para proteger los ecosistemas marinos.
Es en este contexto los Censos de Basura Costera Marina buscan registrar la situación de las playas bonaerenses, mediante la identificación del tipo y cantidad de residuos que afectan las costas, para buscar soluciones colectivas de alcance local y nacional. Conocer cuál es la composición de la basura marina nos permite identificar cómo podemos mejorar nuestros hábitos de consumo, evaluar las realidades particulares y establecer qué tipo de regulaciones son necesarias, con la finalidad de frenar y revertir la contaminación por plástico.
Top 5 de residuos
El recorrido incluyó 19 localidades en la costa bonaerense, incluyendo lugares como Mar del Plata, Pinamar, Necochea, Villa Gesell, Bahía Blanca y Mar de Ajó, entre otras.
Los tipos de contaminantes plásticos que más se encontraron fueron envoltorios plásticos (14,1%), colillas de cigarrillo (13,3%), fragmentos plásticos (11,8%) y bolsas plásticas (8,3%).
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la producción de plástico creció exponencialmente desde 1950 llegando a los 322 millones de toneladas de plástico en 2015. Según proyecciones de esa entidad, esa producción llegará a los 600 millones de toneladas y superará las 1000 en 2050.
Según la ONU, los plásticos son la mayor fracción de desechos marinos, la más nociva y la más persistente y representan al menos el 85 % del total de residuos marinos.
En Argentina, el 96% de las tortugas verdes marinas atendidas en la Fundación Mundo Marino tienen plástico en su estómago o intestino. “Lamentablemente ellas confunden su alimento con contaminantes mal gestionados de origen antrópico. Si bien los plásticos que llegan al mar pueden tener distintas fuentes, es importante sobre todo en esta temporada de verano, que seamos muy responsables con los residuos que generamos en las playas”, sostuvo Karina Álvarez, responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
A su vez, los residuos plásticos afectan al menos a 32 especies marinas: desde plancton hasta mamíferos marinos (como ballena franca austral, delfín franciscana, lobos y elefantes marinos), pasando por aves marinas (albatros, petreles, gaviotas y pingüinos) hasta tortugas (como la tortuga verde), sin dejar afuera peces (pejerrey, anchoa de banco, pescadilla real y de red, corvina rubia) e invertebrados (como cholga y mejillón), así como a una variedad de organismos marinos.