Están realizadas en un 85% en PVC, proveniente de desechos plásticos de diferentes orígenes.
En el marco del Día Mundial del Suelo, celebrado el 5 de diciembre, BBVA se convirtió en la primera entidad financiera argentina en lanzar las primeras tarjetas de plástico reciclado, realizadas en un 85.5% en PVC (policloruro de vinilo), proveniente de desechos plásticos.
Los materiales reciclados provienen de diferentes orígenes como el embalaje, la impresión, la automoción o las ventanas. En un primer momento, el producto estará disponible para aquellos que renueven una tarjeta de crédito Visa Internacional y Visa Gold a partir de los vencimientos en abril de 2021 y se distinguirá con un “sello de sostenibilidad”, luego se irá extendiendo a todas las tarjetas de crédito y débito BBVA.
“En BBVA tenemos un compromiso firme con la puesta en marcha de iniciativas que contribuyan a la sustentabilidad. La conciencia medioambiental se está incrementando entre nuestros clientes y en la comunidad en general. Estas nuevas tarjetas de plástico reciclado son una forma de contribuir con el cuidado del medioambiente, brindando así una respuesta concreta a esta necesidad”, señaló Hernán Carboni, Director de Relaciones Institucionales de BBVA en Argentina.
Acompañamiento a los clientes en su transición ecológica
BBVA desarrolla distintas iniciativas para favorecer la transición ecológica de sus clientes. Este año, ha lanzado una herramienta digital para calcular la huella de carbono de las empresas, a partir de sus facturas de energía. Con este cálculo, las empresas pueden conocer el impacto ambiental que produce su actividad y establecer nuevas políticas de ahorro energético y sostenibilidad.
De hecho, conocer cómo se calcula la huella de carbono también ha sido una de las claves para elegir el PVC reciclado como materia prima de las nuevas tarjetas de BBVA. Para calcular el impacto ambiental de cada tarjeta y elegir al proveedor, no solo se ha tenido en cuenta el material, sino su transporte, componentes, producción y personalización.
En este sentido, BBVA también está trabajando en reducir su propio impacto energético. En enero anunció su compromiso en ser neutro en carbono en 2020. Para ello, desde el 1º de enero asignó un precio interno a sus emisiones con el objetivo de incluir esta variable en sus procesos de toma de decisiones.