Los recicladores de base, ante el desafío del coronavirus


Charlamos con Pablo Baños, Gerente de Comunicaciones de Avina y de la Iniciativa Regional por el Reciclaje Inclusivo (IRR), sobre la situación actual del reciclaje y sus protagonistas en plena emergencia sanitaria.


A lo largo de la compleja situación que atraviesa nuestro país y el mundo por la crisis generada ante la expansión del nuevo coronavirus, Fundación Avina y la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR) han centrado su atención en fortalecer a un actor clave en la gestión de residuos sólidos reciclables: el reciclador de base. "Todos seguimos consumiendo y generando residuos en la pandemia. Las propuestas que elaboramos las hicimos pensando en el eslabón de los recicladores, que es el más débil de la cadena", remarcó en esta entrevista radial Pablo Baños, Gerente de Comunicaciones de Avina y de la IRR.

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio en Argentina, la actividad estuvo parada aproximadamente veinte días antes de reiniciar. "La pregunta no es 'reciclar sí o reciclar no', sino cómo reciclar sin que se vean afectados", reflexionó el entrevistado. Con eso en mente, las instituciones llevaron adelante diversas iniciativas que preparara el terreno para un retorno seguro a estos trabajadores. "Hemos visto mucha información contradictoria con respecto a cuánto tiempo podía vivir el virus. Por eso fuimos súper cuidadosos porque lo que está en juego es la salud de los recicladores", remarcó Baños.

"La pregunta no es 'reciclar sí o reciclar no', sino cómo reciclar sin que se vean afectados", reflexionó Baños.

Conscientes de eso, una de las acciones fue intentar combatir la desinformación de la mano de la Guía de buenas prácticas para el trabajo seguro de los recicladores de base en tiempo de COVID-19. "Hicimos una guía que intenta traer un poco de luz", comentó el vocero. Bajo este espíritu, el documento ahonda en cuestiones claves que van desde formas de contagio y pautas para los generadores de residuos sólidos urbanos hasta pautas de trabajo para los trabajadores. "El reciclador de base normalmente se gana la vida vendiendo el material. Si no lo hace, no tiene su comida diaria", apuntó el gerente.

"El reciclador de base normalmente se gana la vida vendiendo el material. Si no lo hace, no tiene su comida diaria", apuntó el gerente.

Reformulando la ayuda en tiempos de crisis

Entre las actividades que se vienen realizando desde el sector privado y que tuvieron que adaptarse a esta nueva situación se incluyó el caso de Aguas Danone Argentina. Desde 2012 y a través del aporte de fondos de inversión de Danone Ecosystem, desarrolla junto con Fundación AVINA un programa de reciclaje inclusivo, que busca incrementar las tasas de reciclado en Argentina, empoderar el ecosistema de reciclaje, profesionalizar y reconocer el importante rol que las cooperativas de recuperadores urbanos tienen en la gestión de materiales reciclajes, y mejorar indicadores sociales y ambientales.

Con la emergencia sanitaria, este programa también se resignificó y encontraron la manera de acompañar el trabajo de las cooperativas y sus trabajadores, con un aporte que les fuera de utilidad en esta difícil situación. De este modo, destinaron los fondos del programa para cubrir salarios, alquiler de instalaciones de clasificación de desechos, equipos de protección personal, equipos sanitarios, gel desinfectante, alcohol y otros equipos de primera necesidad para reciclar cooperativas que forman parte del proyecto.

En cuanto al nivel del reciclaje en la región, si bien algunos países han hecho avances como Chile, Brasil o Ecuador, Baños expuso que la clave está en mirar a las ciudades, y puso como buen ejemplo a Bogotá. "Buenos Aires está en un estadío intermedio de la región", reveló. Y remarcó que aunque las tasas son bajas y hay mucho por hacer, lo interesante es ver el peso que tiene el eslabón más débil en la cadena: la industria del reciclado recibe la mitad de su materia prima de mano de estos colaboradores.

"El reciclador de base es irremplazable en el sistema", disparó el entrevistado. Los que trabajan en sistemas de recolección selectiva fortalecidos por la IRR, ya llevan más de 3 millones toneladas de materiales recuperados desde 2011 en toda América Latina. "Hoy hay 17.000 recicladores integrados a los sistemas formales en la Argentina", puntualizó el gerente y explicó que también tratan de sumar a los que trabajan por su propia cuenta.

"El reciclador de base es irremplazable en el sistema", disparó el entrevistado.

Aunque no hay un censo nacional de recicladores ni un registro oficial, una estadística de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR) alcanza unas 150.000 personas que se dedican al reciclaje informal y forman parte de basurales, carros a mano y a caballo. En el actual contexto, las organizaciones entienden que después de la pandemia y ante un potencial incremento en el número de recicladores de base, la tarea estará en fortalecer e incrementar los programas de reciclaje a nivel municipal, contemplando la economía circular como herramienta para el diseño de nuevos modelos de desarrollo y al reciclaje como herramienta y base para la producción local.

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