¿Cómo fue el desempeño ambiental de las mayores empresas del mundo?


Greenbiz y Trucost pusieron bajo la lupa a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos y a las 1.200 mayores compañías a nivel mundial en la reciente entrega de State of Green Business.

Como en cada entrega de su informe State of Green Business, además de analizar las 10 tendencias de sustentabilidad para este año, Greenbiz y Trucost se reservaron la segunda mitad para evaluar el desempeño corporativo de los grandes jugadores en términos de sustentabilidad. En el análisis de este 2020, nuevamente pusieron bajo la lupa a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos y a las 1.200 mayores compañías a nivel mundial. “Al comienzo de la nueva década podemos encontrarnos al comienzo de la cuarta revolución industrial que transformará la economía global. Para lograr una transición estable y justa, necesitaremos implementar inteligencia y análisis avanzados, acelerar el ritmo de la innovación, adoptar nuevas estrategias y fomentar una mayor transparencia”, expresó Richard Mattison, Director Ejecutivo de Trucost, parte de S&P Global.

“Para lograr una transición estable y justa, necesitaremos implementar inteligencia y análisis avanzados, acelerar el ritmo de la innovación, adoptar nuevas estrategias y fomentar una mayor transparencia”, expresó Richard Mattison, Director Ejecutivo de Trucost, parte de S&P Global.

Para llegar al balance final, los expertos rastrean casi 40 indicadores de progreso en los últimos cinco años, como la eficiencia de recursos, los informes corporativos y transparencia, la evaluación de riesgos o las inversiones en tecnologías limpias. “Es una gran cantidad de datos que, individualmente y juntos, cuentan una historia de dónde hemos estado y hacia dónde probablemente nos dirigimos”, señaló Mattison.

El panorama general
En base a este análisis, desde el reporte señalan que una vez más, el costo de los impactos en el capital natural de las empresas (el valor en dólares de los recursos que extraen y la contaminación que emiten) ha aumentado desde 2015: subieron en más del 50% en los Estados Unidos y en un 40% a nivel mundial desde 2014, alcanzando un nuevo máximo de USD 5 billones en 2018. Estos costos superan sus ingresos netos en más de 1.5 veces, una tendencia consistente con años anteriores. ¿Pero qué quiere decir esto? Significa que si las empresas tuvieran que internalizar todos los costos de capital natural asociados con sus negocios, por ejemplo, como resultado de mayores regulaciones o nuevos impuestos al carbono, sus ganancias estarían significativamente en riesgo.

El costo de los impactos en el capital natural de las empresas ha alcanzado un nuevo máximo de USD 5 billones en 2018. Estos costos superan sus ingresos netos en más de 1.5 veces, una tendencia consistente con años anteriores.

Los números del 2020

  • Los costos de capital natural de las 1.200 principales compañías globales superan los $ 5.0 billones
  • Los costos exceden el ingreso neto en 1.5 veces
  • El 86% de las compañías de S&P 500 publicaron un informe de sostenibilidad en 2018, un aumento de casi el 10% desde 2014
  • De 2014 a 2018:
    • Las emisiones corporativas absolutas de carbono aumentaron en un 1%
    • La intensidad de carbono corporativa cayó un 2%
    • La generación de energía con combustibles fósiles disminuyó un 3%, pasando a un 57% de participación
    • La generación de energía renovable aumentó al 20% de participación

Para complicar la situación, en la mayoría de los sectores, gran parte de estos costos están integrados en la cadena de suministro, lo que representa el 81% del impacto total en promedio. Esto subraya la importancia de que las empresas aumenten el compromiso con los proveedores para mitigar mejor los impactos indirectos. En esta línea, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de agua siguen siendo las categorías de mayor impacto material en toda la cadena de valor, contribuyendo alrededor del 41% y 22%, respectivamente, a los costos de capital natural entre las empresas evaluadas a nivel mundial.

En particular, el uso del agua por parte de las empresas ha aumentado en promedio un 9% anual desde 2015, tanto para las empresas estadounidenses como a nivel mundial. La cadena de suministro representa no solo la mayor parte del uso de agua de las empresas (55%), sino también la mayor intensidad de agua. Esto indica que, al igual que las emisiones de GEI, es probable que la mayor parte del riesgo de agua para las empresas esté más allá de sus operaciones y control directo, lo que resalta la importancia de los programas corporativos centrados en la gestión de los riesgos relacionados con los proveedores.

En términos de GEI, las emisiones globales son ligeramente más altas que en 2014: para las 1.200 compañías más grandes del mundo el aumento fue de 3% en ese período. Pero no son todas malas noticias: si bien las emisiones corporativas absolutas de carbono aumentaron en un 1%, la intensidad de carbono corporativa cayó un 2% en comparación con los niveles de 2014.

En este panorama mixto, las empresas muestran un compromiso creciente para reducir aún más los impactos ambientales y divulgar públicamente sus metas.

En este panorama mixto, las empresas muestran un compromiso creciente para reducir aún más los impactos ambientales y divulgar públicamente sus metas. La proporción de compañías globales y estadounidenses que divulgan objetivos de reducción de GEI y agua creció en un promedio de 4% y 3%, respectivamente, año tras año, lo que resultó en un aumento del 16% en los objetivos de GEI y un aumento del 12% en los objetivos de agua desde 2014.

Siguiendo con algunas buenas nuevas, la grilla energética global continúa cambiando hacia fuentes de energía con menos carbono. La proporción de carbón sigue en baja, un 7% menos que en 2014. Mientras tanto, la proporción de energía renovable se ha duplicado, liderada por la energía eólica, que ahora representa el 8% de la generación energéticas para las 1.200 empresas más grandes del mundo. Sin embargo, el mayor crecimiento ha sido en el gas natural, que creció un 20% desde 2014, y ahora representa el 36% de la generación de energía. Y aunque la generación de energía con combustibles fósiles disminuyó 3%, sigue siendo el 57% del mix.

Conscientes de que deben hacer más por el mundo, el 58% de las empresas establecen objetivos de carbono, un aumento del 16% en los últimos cinco años, mientras que el 25% de las empresas establecen objetivos de agua, un aumento del 12% en los últimos cinco años. Pero los objetivos actuales de carbono contribuyen solo con el 25% de las reducciones necesarias para las 1.200 principales compañías globales para alinearse con el objetivo de 2°C del Acuerdo de París.

“Con un mayor enfoque corporativo, un aumento de la inversión sostenible y una toma de decisiones mejor informada, seguimos siendo positivos de que los diversos indicadores de bienestar planetario de nuestro Índice comenzarán a alinearse con los objetivos globales de clima y sostenibilidad”, alentó Mattison.

A pesar de los tintes grises, los expertos remarcan que ha habido una gran mejora en los últimos cinco años en la gestión de riesgos ambientales corporativos a través de una comprensión más profunda de los riesgos en toda la cadena de valor, una mejor divulgación y proyectos de reducción de impacto. En paralelo, ha habido un aumento sustancial en la proporción de compañías que informan a nivel gerencial de los asuntos relacionados con el clima, incluidos incentivos para la gestión y la supervisión a nivel de las juntas.

Las empresas también han ampliado el alcance de los impactos que evalúan y divulgan más allá de sus operaciones directas. A nivel mundial, el porcentaje de aquellas que interactúan con proveedores ha aumentado un promedio del 30% desde 2014. El tipo de participación más popular es a través de la recopilación de información para comprender mejor el comportamiento del proveedor. Otro enfoque popular es el cumplimiento y la incorporación para garantizar la alineación regulatoria, que representa el 35% y el 33% de los enfoques de compromiso. “Con un mayor enfoque corporativo, un aumento de la inversión sostenible y una toma de decisiones mejor informada, seguimos siendo positivos de que los diversos indicadores de bienestar planetario de nuestro Índice comenzarán a alinearse con los objetivos globales de clima y sostenibilidad”, alentó Mattison.

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