Karina Pudor, Responsable de Accesibilidad de Iguazú Argentina, concesionaria del Parque, repasa la constante evolución de la reserva natural en términos de accesibilidad que permite recorrer casi la totalidad de los circuitos a quienes tienen discapacidades físicas.
Consideradas una de las siete maravillas del mundo, las Cataratas de Iguazú regalan a quienes las visitan una experiencia única. Guiados por el objetivo de permitir que cada vez más personas puedan vivir ese momento, desde Iguazú Argentina, la concesionaria del Parque Nacional de Iguazú, han desarrollado un sistema de accesibilidad que permite recorrer casi la totalidad de los circuitos a quienes tienen discapacidades físicas.
"Es el primer Parque Nacional Argentino con estas características. Que se haya pensado en esta accesibilidad en la década del '90 es una novedad", expresó en esta entrevista radial Karina Pudor, Responsable de Accesibilidad de Iguazú Argentina. Y si bien en sus inicios, solo se pensó en términos de gente en sillas de ruedas, desde 2013 las concesionaria comenzó a difundir y a trabajar para ampliar el concepto.
"Es el primer Parque Nacional Argentino con estas características. Que se haya pensado en esta accesibilidad en la década del '90 es una novedad", expresó en esta entrevista radial Karina Pudor, Responsable de Accesibilidad de Iguazú Argentina.
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"Queremos que todos puedan disfrutar, más allá de que tengan o no la posibilidad física de hacerlo", apuntó Pudor. Así, empezaron a trabajar en distintos detalles, como el icónico sistema de pasarelas y rampas que se complementa con espacios de tránsito anchos, sanitarios adaptados y señalización. Para no videntes, el sistema braille está presente en cartelerías desde el inicio de los recorridos y hay personal de asistencia a disminuidos visuales que no sepan braille.
De modo similar, el Tren Ecológico de la Selva, los caddies y todos los demás recursos son puestos a disposición de los visitantes, y logran que año a año todas las personas con discapacidad puedan visitar y disfrutar a pleno los tres circuitos: Garganta del Diablo, Circuito superior y Circuito inferior. Gracias a las distintas implementaciones, los dos primeros son accesibles en un 100%, mientras que el inferior lo es en un 90%.
Frente a este avance, al lado brasilero le queda mucho por recorrer. "Las reglamentaciones, los países y las realidades son diferentes", explicó la vocera. La infraestructura también es distinta: el Parque vecino tiene un solo circuito que ofrece una vista panorámica, mientras que los tres que recorren el costado argentino ofrecen distintas experiencias y ángulos. "Son complementarios", apuntó la ejecutiva.
"El grupo que más aumentó en este tema de accesibilidad fue el de adultos mayores", reveló la entrevistada.
El Parque es de acceso gratuito para quienes presenten su CUD o equivalente para extranjeros y todos los servicios para ellos son gratuitos. Este grupo representa entre el 7% y 10% de las visitas que se registran en la reserva. Sin embargo, la entrevistada explica que el impacto de los beneficios impactan a muchos más grupos: familias numerosas, gente con cochecitos de bebés, personas de edad avanzada o con dificultades pero que no son considerados discapacidades. "El grupo que más aumentó en este tema de accesibilidad fue el de adultos mayores", reveló la entrevistada.
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La evolución que ha atravesado el Parque también se ha nutrido del contacto con otros destinos turísticos y con distintas asociaciones, organismos y universidades locales e internacionales. Esto ha llevado a un intercambio de experiencias para poder aplicar. En esta línea, por ejemplo, trabajan mucho con España y Canadá.
Pero además de aprender de afuera, la iniciativa local es modelo a seguir. En concreto, en el caso de España, tenían un sistema desarrollado en lo que hace a circuitos culturales, pero no para espacios naturales por lo que se llevaron el modelo local de accesibilidad para el viejo continente.
"La tecnología avanza tanto año a año siempre tenemos que estar al tanto de las modificaciones de lo que se puede llegar a implementar en un área natural protegida. Esa es la cuestión", expuso la ejecutiva.
Para mantener la vara elevada, la concesionaria apuesta a la capacitación del personal. "Eso es permanente: nos vamos actualizando y buscando información nueva", contó la responsable de accesibilidad. Capacitaciones obligatorias una vez al año abarcan desde cursos de Lengua de Señas Argentina (LSA) hasta talleres sobre Trastorno del Espectro Autista (TEA). "Tenemos que tener el conocimiento de cómo manejar las situaciones y al resto de los visitantes", remarcó Pudor. Este mismo espíritu de dinamismo y apuesta permanente se da en términos de desarrollo. "La tecnología avanza tanto año a año siempre tenemos que estar al tanto de las modificaciones de lo que se puede llegar a implementar en un área natural protegida. Esa es la cuestión", expuso la ejecutiva.
