Así lo reveló el estudio “Los argentinos y el consumo de lácteos” que Kantar – Division Insights desarrolló para Mastellone Hnos.
El 86% de la población argentina consume menos porciones de lácteos que lo recomendado por el Ministerio de Salud. Y si bien el volumen consumido no cambia de acuerdo a la región, los niveles socioeconómicos más altos son los que más consumen. Esos son algunos de los principales resultados que se desprenden del estudio “Los argentinos y el consumo de lácteos” que Kantar – Division Insights desarrolló para Mastellone Hnos.
Derribando mitos
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La compañía desarrolló en 2018 esta encuesta ómnibus con Kantar – Division Insights para entender si el público local conoce la recomendación diaria de lácteos, si efectivamente los consume y con qué periodicidad. Además, se abordaron algunos de los mitos más recurrentes sobre estos alimentos. Y la investigación reveló que a pesar de ser uno de los alimentos fundamentales en la alimentación humana por sus características nutricionales, disminuye el consumo de lácteos, a la vez que circula desinformación y rumores respecto a la leche.
Así, apenas el 33% de los argentinos saben que se recomienda consumir tres porciones de lácteos por día en todas las etapas de la vida a partir de los dos años. El conocimiento de esta recomendación es mayor entre mujeres y entre los de +65, en comparación a los de entre 18 a 24 años. Esta franja etárea despertó particular alarma por el bajo consumo que registra, sabiendo lo importante que es ingerir lácteos en la prevención de la osteopenia y osteoporosis.
En cuanto a las causas de esta disociación, se incluyen principalmente "comenzar una nueva etapa de sus vidas, con estudios universitarios y/o trabajo, donde consumen alimentos por elección y sin tanta supervisión" y "muchas veces saltean desayuno y/o merienda por estar fuera de casa, perdiendo la posibilidad de incorporar leche en estos momentos más habituales de consumo".
El estudio también comprobó un sólido consenso con respecto a cuestiones básicas: nueve de cada diez argentinos reconoce como falso que la leche sea un producto solo para niños. Sin embargo, es muy alta la proporción que cree que los intolerantes a la lactosa no pueden consumir lácteos. Y el desconocimiento también prima en cuanto a la comparación de leche y extractos de semilla, almendra y soja.