Micaela García, Brand Manager de Ala Argentina, comparte los detalles de este proyecto educativo pionero, producto de un trabajo entre la sociedad civil, el sector público y la colaboración de Ala, Disney y DirecTV.
Como el mayor colaborador del proyecto, celebró su aniversario la primera Escuela Pública Sustentable del país, producto de un trabajo en conjunto entre la sociedad civil, el sector público y la colaboración de Ala, Disney y DirecTV.
"La Escuela Sustentable tiene características muy particulares, tanto de cómo fue construida y también de cómo se vive el día a día adentro", expresó Micaela García, Brand Manager de Ala Argentina. La Escuela N° 12 fue construida por 200 voluntarios de distintos países que desembarcaron en Mar Chiquita en marzo de 2018. En tan solo 60 días, junto a la comunidad y bajo la dirección de la organización Tagma, completaron su edificación.
"La Escuela Sustentable tiene características muy particulares, tanto de cómo fue construida y también de cómo se vive el día a día adentro", expresó Micaela García, Brand Manager de Ala Argentina.
La institución se hizo con materiales reciclados, tiene una huerta interior, utiliza energías limpias y capta el agua de lluvia para reutilizarla al máximo. Además, sin estufas, ventiladores ni aires acondicionados, el edificio mantiene una temperatura estable todo el año de entre 18° y 25° por las características de su construcción.
Y esta innovación sostenible también se refleja en la currícula. "Los contenidos y actividades que practican los chicos en la escuela también están muy orientados a tener un impacto positivo en el medio ambiente y desarrollar una política sustentable", explicó García. Actualmente, cuenta con una matrícula de más de 80 niñas y niños de entre 6 y 12 años.
Un año de aprendizaje y desarrollo sostenible
Durante su primer año, los niños y niñas de la escuela sustentable participaron en talleres para conocer en profundidad el funcionamiento del edificio."Los chicos están súper comprometidos con su escuela", contó la entrevistada. Pero no son solo los más jóvenes: los habitantes de Mar Chiquita tienen un rol activo en torno a la entidad donde organizan y participan de diversas actividades comunitarias.
Ya pasaron más de 10.000 personas a conocer el establecimiento. "La escuela es el germen que se irriga a lo largo de toda la comunidad", aseguró la ejecutiva. Para la celebración de su primer año, la entidad ofreció una jornada llena de actividades para aprender y jugar. Sus alumnos fueron los anfitriones y los encargados de realizar visitas guiadas.
Además de recorrer el edificio autosuficiente, los asistentes realizaron una plantación de árboles en el jardín y construyeron juegos de exterior junto a los padres de los alumnos. Por la tarde, una activación del Club de Reparadores enseñó a reparar objetos averiados mientras que distintos talleres enseñaban a construir juegos con materiales reciclados.
Con muchos años por delante, la idea es que la escuela siga creciendo y se evalúa la posibilidad de sumar un secundario. "Desde Ala estamos dispuestos a seguir apoyando este emprendimiento", remarcó García.