La Resolución N°816/2019 del Gobierno porteño limitará su uso de manera progresiva. Y a partir de los seis meses prohíbe por completo su utilización, entrega y expendio.
Los sorbetes representan dos toneladas de residuos de un solo uso y componen más de 150 toneladas de basura plástica en la ciudad de Buenos Aires. En respuesta a este panorama y en sintonía con una tendencia que alcanza urbes locales e internacionales, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, a través de la Agencia de Protección Ambiental prohibirá su uso.
La medida se desprende de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos N° 1.854 (texto consolidado según Ley N° 6.017) y se aplicará de manera progresiva. Tras su publicación en el Boletín Oficial, los negocios ya no podrán ofrecer ni colocar el artículo a la vista de los clientes. Y a partir de los seis meses se prohíbe por completo su utilización, entrega y expendio. "Se trata de una resolución progresiva y que representa un paso más hacia la reducción de plásticos de un solo uso que le hacen un daño enorme al ambiente", sostuvo Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público.
"Se trata de una resolución progresiva y que representa un paso más hacia la reducción de plásticos de un solo uso que le hacen un daño enorme al ambiente", sostuvo Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público.
¿A quiénes afecta? Las lista es larga: hoteles de 4 y 5 estrellas; shoppings, galerías comerciales y centros comerciales a cielo abierto; locales que posean una concurrencia de más de trescientas personas por evento; establecimientos pertenecientes cadenas comerciales (más de cinco establecimientos que se encuentren identificados bajo una misma marca comercial, sin distinción de su condición individual de sucursal o franquicia); locales de baile y comercios donde se sirven y/o expenden golosinas, comidas y/o bebidas; comercios que expenden y/o fraccionan productos alimenticios; comercios que elaboran y/o expenden productos alimenticios de venta inmediata; comercios donde se sirven o expenden comidas, locales para la venta de golosinas envasadas; locales de baile.
Los que quedaron afuera de su alcance fueron aquellos envases que traen pequeños sorbetes incorporados ya que se trata de productos elaborados para todo el país y la Ciudad no puede interferir en la regulación de ese circuito.
En cuanto a alternativas para su reemplazo, algunos hoteles ya están implementando los sorbetes de cartón. Pero esto no significa que la normativa haya sido completamente aceptada.
Prohibición o circularidad
La prohibición se basa en datos alarmantes, como el hecho de que 2.000.000 de sorbetes se consumen al mes solo en los patios de comida de los shoppings porteños. Representan un descarte de 1,7 toneladas. Puestos en fila, cubrirían 465 kilómetros de distancia. Y además suelen usarse unos pocos minutos y pueden tardar entre 150 y 400 años en descomponerse.
Pero la Resolución N°816/2019 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no fue celebrada por todos. Por su parte, la organización Ecoplas declaró que la mejor opción es el consumo responsable y reciclado. En esta línea, señalan que existe una gran oportunidad para la sustentabilidad en nuestro país si se toma en cuento que se reciclan 225.000 toneladas de plástico por año, pero que la industria recicladora cuenta con una capacidad ociosa del 50% debido a la baja separación registrada.
“La prohibición no representa una solución sustentable. Los sorbetes son productos reciclables, recursos para la economía circular que tras su reciclado se transforman en otros productos. El prejuicio radica en el desconocimiento: el sorbete es del mismo material que las tapas plásticas, las cuales se separan y reciclan habitualmente. Debemos concientizar a los consumidores para separarlos junto con los otros reciclables y no abandonarlos en el ambiente”, expresó Verónica Ramos, Directora Ejecutiva de Ecoplas.