La tragedia del 15 de abril suscitó una rápida donación global que supera los € 750 millones. Diversos sectores y actores se han levantado con voz crítica ante estos esfuerzos, argumentando que el dinero podría ser mejor gastado en otras cuestiones.
Desde el incendio que arrasó la catedral de Notre-Dame en París la semana pasada, el gobierno francés ha recibido promesas de donaciones de todo el mundo para restaurar la icónica estructura gótica a su antigua gloria. Hasta el momento, algunas estimaciones sugieren que se han recaudado hasta € 1.000 millones, aunque las cifras oficiales confirmadas rondan los € 750 millones.
"Reconstruiremos a Notre-Dame todavía más hermosa y quiero que se complete en cinco años", expresó el presidente francés Emmanuel Macron durante su discurso televisivo. En un esfuerzo coordinado, la Fondation Notre-Dame, la Fondation du Patrimoine, la Fondation de France y el Centro Nacional de Monumentos son los cuatro grupos franceses que recaudan el dinero de la causa.
Los primeros anuncios importantes se hicieron antes de que se extinguiera el fuego el 15 de abril. El magnate François-Henri Pinault, dueño del grupo Kering al que pertenecen Yves Saint Laurent y Gucci, sumó los primeros € 100 millones. Su rival Bernard Arnault, dueño del holding LVMH entre las que se cuentan Louis Vuitton y Sephora, sumó € 200 millones. Por su parte, L’Oreal y Total prometieron € 100 millones cada uno.
"Reconstruiremos a Notre-Dame todavía más hermosa y quiero que se complete en cinco años", expresó el presidente francés Emmanuel Macron durante su discurso televisivo.
La fibra se movilizó más allá de las fronteras y hasta Apple prometió ayuda, aunque no arrojó ningún número. Claro que otros han donado cantidades más modestas y no ha sido solo el espectro corporativo el que quiere aportar. "Escuché sobre el incendio de Notre-Dame y quise ayudar. Sé que no es mucho, pero todo ayuda", escribió Caitlyn, una niña británica de nueve años, en la carta que acompañaba su donación de unos pocos euros.
Los grises de la tragedia
Sin embargo, en medio de esta ola de buena voluntad y generosidad, diversos sectores y actores se han levantado con voz crítica, argumentando que el dinero podría haber sido mejor gastado mejor en otras cuestiones.
Y es que París es una ciudad con casi 30.000 personas sin hogar, donde solo los más adinerados pueden vivir cerca de los tesoros culturales venerados en el centro histórico. En algunos vecindarios, más del 40% de los residentes viven por debajo de la línea de la pobreza. Los distritos centrales ricos equilibran en gran medida esas desigualdades, por lo que al menos en papel, tiene un índice de pobreza general del 14%.
En este contexto, el presidente Macron es percibido por la oposición como un "presidente para los ricos". Y con la reciente tragedia a la catedral, esas tensiones y el debate sobre la reconstrucción se fusionaron. Una disidencia local que tomó fuerza los últimos días con los testimonios públicos de personalidades como Pamela Anderson y el grupo de hackers Anonymous.
“Éste es un mensaje para los multimillonarios que donaron grandes sumas de dinero a la restauración de Notre-Dame en Francia. Gucci, Louis Vuitton, Apple y otros titanes de la industria fueron prestos al aportar dinero a esta causa, pero este mismo interés por ayudar es mucho más silencioso cuando se trata de la pobreza, el desahucio o la degradación ambiental, problemas que de verdad importan a la gente del mundo”, condena el mensaje que se viralizó.
¿Demasiado dinero?
Además, una estimación preliminar sugiere que las donaciones pueden superar el costo de las reparaciones. "El costo es [un mínimo de] alrededor de € 300 millones y el nivel alto es de alrededor de € 600 millones, pero necesitamos tener dos o tres meses para tener el costo correcto", explicó Pascal Asselin, Presidente de Untec, el sindicato nacional que representa a los economistas de la construcción en Francia.
La catedral es propiedad del Estado por lo que el dinero del seguro no financiará el trabajo ya que el Estado es su propio asegurador. De todos modos, algunas de las reliquias y obras de arte dentro estaban aseguradas, al igual que los contratistas que trabajaban en el edificio antes de que estallara el incendio.
¿Podría salir más caro? Los expertos se muestran reacios a especular. Si bien no existen muchos proyectos que se acerquen a la cifra planteada por los donantes, el complejo trabajo de restauración requeriría el más alto nivel de experiencia.
Ante la incertidumbre, aquellos que recolectan dinero para las reparaciones están instando a las personas a seguir donando. "No debemos decirles a las personas que dejen de donar, ya que todavía no sabemos cuánto costará", expresó Laurence Lévy, Directora de Prensa de la Fondation du Patrimoine.