American Airlines incorporó a su primera azafata con Síndrome de Down


Shantell Pooser fue nombrada asistente honoraria en su fiesta de cumpleaños número 17. Cada vez que viaja, asiste a la tripulación en el embarque y a la hora de dar las instrucciones de seguridad.

En un cumpleaños que no tuvo nada que envidiarle a las fiestas de 15 de nuestras latitudes, American Airlines le dio un gran regalo a Shantell "Princess" Pooser, una joven de 17 años con Síndrome de Down. Durante su original festejo que tuvo lugar nada menos que en el Columbia Metropolitan Airport, la aerolínea la incluyó como asistente de vuelo, convirtiéndola en su primera azafata con necesidades especiales y una enfermedad terminal.

Y es que además del Síndrome, Shantell está luchando contra una serie de defectos de las vías respiratorias: laringomalacia, traqueomalacia y malacia traqueobronquial. Su condición, que obstruye más del 87% de sus vías respiratorias, requiere que viaje junto a su mamá con frecuencia al Hospital de Niños de Cincinnati. "Hasta ahora, hemos estado en más de 57 vuelos. Eso también incluye vuelos de conexión", contó su madre, Deanna Miller-Berry.

A través de estos viajes, la joven descubrió su amor por la profesión. Y en honor a este sueño, su mamá escribió a AA preguntando si podría tener algún souvenir para la fiesta. La contraoferta fue difícil de rechazar: hacer el festejo en un avión Boeing. Además, enviaron un uniforme oficial y una insignia para que Shantell se pueda vestir como azafata honoraria cada vez que vuele. El día de la fiesta, la primera clase del avión se llenó con sus amigos y las celebridades locales.

Desde que fue nombrada asistente honoraria, ha sido parte del personal cada vez que viaja a Cincinnati para recibir tratamiento médico. En su rol ayuda a los demás asistentes antes de que comience el vuelo y con la demostración de las instrucciones de seguridad.

Antecedentes buenos y malos
En cuanto a AA, la experiencia se suma a otra que realizaron en septiembre del año pasado para Cyrano, un nene de siete años de edad diagnosticado con rabdomiosarcoma. En su primer vuelo a Orlando se encontró con los mostradores de check-in de la aerolínea convertidos en una selva con todo el personal disfrazado de exploradores y dinosaurios listos para llevarlo.

Pero no todo ha sido tan llevadero para la aerolínea. En 2012 la pareja Vanderhorst denunció a AA de no dejar abordar a su hijo Bede un vuelo, por el solo hecho de tener el Síndrome. Frente al escándalo que se viralizó por las redes, la compañía explicó que el joven estaba agitado y corriendo alrededor de la zona de embarque antes de subir por lo que decidió que la familia tomara un vuelo posterior.

El problema de la discriminación volvió a golpear más recientemente en 2018, cuando la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) alertó a los pasajeros afroamericanos sobre viajar en AA debido a una serie de incidentes. Desde el organismo advertían que reflejaban una cultura corporativa de insensibilidad racial y posiblemente un prejuicio racial. Sin embargo, desde la aerolínea negaron que esto fuera así.

"De todas las cosas realmente importantes que hacen nuestros miembros de equipo -y la lista es larga-, unir a la gente se encuentra en la cima. Volamos sobre fronteras, paredes y estereotipos para conectar a personas de distintas razas, religiones, nacionalidades, marcos económicos y orientaciones sexuales. Hacemos del mundo un lugar más inclusivo. Y lo hacemos de manera profesional y segura cada día para los más de 500.000 clientes a lo largo de los cinco continentes", expresó al respecto Doug Parker, CEO de American Airlines.

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