El temido cambio climático y la desigualdad de ingresos dominaron la sesión de cierre de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial.
La reunión anual del Foro Económico Mundial reunió a más de 3.000 líderes mundiales, entre los que se contaron unos 60 jefes de estado y de gobierno. Convocados bajo el lema de "Globalización 4.0: Formando una arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial", del 22 al 25 de enero se enfocaron en alcanzar nuevos modelos para construir sociedades sostenibles e inclusivas en un mundo plurilateral.
Tras cinco jornadas de debate intenso, la sesión de cierre dejó en claro los temas más apremiantes para los participantes. Nuevamente, los riesgos planteados por el cambio climático encabezaron la lista de las discusiones.
La preocupación no es infundada: las temperaturas ya han aumentado en casi 1° C y no se detienen. Un aumento de 3 ° C eliminará el 25% del PIB mundial, mientras que el Banco Mundial alertó que el costo del sufrimiento humano será inconmensurable. "El cambio climático está ocurriendo más rápido de lo que pensábamos", advirtió Kristalina Georgieva, Directora Ejecutiva del Banco Mundial.
"El cambio climático está ocurriendo más rápido de lo que pensábamos", advirtió Kristalina Georgieva, Directora Ejecutiva del Banco Mundial.
Y una vez más resonó el llamado a gobiernos y empresas a cambiar urgentemente a una economía baja en carbono, eliminar los subsidios perjudiciales, apoyar a los estados amenazados por el clima y buscar un precio por el carbono. Si bien setenta jurisdicciones ya han fijado un precio al carbono, todos los responsables de la formulación de políticas deben implementar la práctica a nivel mundial para poder ver un verdadero progreso.
Por otra parte, la desigualdad sigue siendo un tema apremiante. Y es que el 1% superior en los países del G20 se lleva el 10% del ingreso total, mientras que la mitad del mundo casi no tiene acceso a la atención médica. Mientras tanto, 800 millones de personas viven en la pobreza extrema, un número que crece en el África subsahariana, impulsado por conflictos, desastres naturales, crecimiento de la población y mal gobierno.
Desde el Foro expusieron que una forma de eliminar la desigualdad es vincular la innovación, un impulsor clave del crecimiento a largo plazo, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto implica que la tarea no es solo para el sector público. Los grandes bancos de desarrollo en África y Asia, por ejemplo, pueden ayudar al amontonarse en fondos públicos y privados para soluciones innovadoras. Y en paralelo, las compañías necesitan repensar la prioridad de maximizar el valor de los accionistas para pasar a priorizar el valor de las partes interesadas.