Natascha Hinsch, Directora Ejecutiva de la REDBdA, charla con nosotros sobre todo lo que significan para la sociedad las modificaciones a la Ley 25.989 – Régimen especial para la donación de alimentos.
En un país que supo ser "el granero del mundo", hoy se viven realidades dicotómicas. Entre ellas, el hecho de que el 30% de la población está bajo la línea de la pobreza y sufre hambre mientras se produce alimentos para 400 millones de habitantes, es decir, diez veces su población. Además, cada año, se desechan 16 millones de toneladas de alimentos que aún son aptos para el consumo.
Conscientes de este panorama, desde la Cámara de Diputados aprobaron las modificaciones a la Ley 25.989 – Régimen especial para la donación de alimentos, más conocida como Ley Donal. Su aprobación fue posible gracias al impulso que le dieron diferentes instituciones, como el que la Red de Bancos de Alimentos (REDBdA) le dio desde el 2016.
"En toda la sociedad, incluidas las empresas de alimentos, empieza a calar esto de que todos debemos hacer algo al respecto. Esta ley ayuda a que esos que todavía estaban temerosos de donar se animen, teniendo este marco legislativo que los resguarda", apuntó en esta entrevista radial Natascha Hinsch, Directora Ejecutiva de la REDBdA.
"Esta ley ayuda a que esos que todavía estaban temerosos de donar se animen, teniendo este marco legislativo que los resguarda", apuntó en esta entrevista radial Natascha Hinsch, Directora Ejecutiva de la REDBdA.
Entre estas reformas, se incluye el artículo 9 que deslinda de responsabilidad a los donantes por los daños y perjuicios que pudieran producirse, siempre y cuando la donación se hubiese efectuado sin ocultar vicios de la cosa y contando con los controles bromatológicos exigidos por el Código Alimentario Argentino.
Este artículo había sido vetado en 2004, año en que la iniciativa fue sancionada, lo que hizo inviable su aplicación. "Era una ley de avanzada, pero sin el artículo 9 quedó un poco trunca, perdió este espíritu que tiene que ver con la donación de buena fe", expresó Hinsch.
Así, esta sanción es el primer paso para lograr un marco normativo integral con el objetivo de contribuir a resolver problemáticas multicausales y estructurales como lo son la pobreza y el hambre.
El proyecto pedido por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, para crear un Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos fue convertido en ley el miércoles 10 de octubre en el Senado, como parte de un paquete que se votó por unanimidad y sin debate. De esta forma, la reglamentación estipula quiénes pueden donar, qué productos, cómo debe hacerse y los derechos y obligaciones de cada parte.
La ley crea además un Registro de Instituciones de Bien Público Receptoras de Alimentos en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, donde deberán inscribirse las instituciones públicas o privadas legalmente constituidas que cumplan con los controles sanitarios previstos en el Código Alimentario Argentino.
Estas instituciones, como los Bancos de Alimentos, serán responsables de la recepción de los productos alimenticios y de la entrega gratuita a los consumidores finales. Nacidos en la Argentina a partir de la crisis del 2001, son organizaciones sin fines de lucro que contribuyen a la casusa en el país.
"La Red agrupa a quince Bancos de Alimentos en Argentina que operan en once provincias y además se están conformando otras cinco organizaciones más. Luchamos contra el hambre, la desnutrición, la malnutrición y el desperdicio de alimentos a través del rescate de alimentos aptos para el consumo que por algún motivo perdieron su valor comercial", contó la entrevistada.
"Luchamos contra el hambre, la desnutrición, la malnutrición y el desperdicio de alimentos a través del rescate de alimentos aptos para el consumo que por algún motivo perdieron su valor comercial", contó la entrevistada.
Entre estos motivos se cuentan algún problema de packaging, etiquetado, corta fecha de vencimiento, estacionalidad o poco éxito en el mercado. "Estamos hablando de alimentos en perfecto estado para consumirse. Se genera cierta confusión en torno a esto. Hay gente que piensa que esto es entregar alimentos de segunda o alimentos vencidos. No es así", explicó la vocera.
Entre 2003 y 2017, su trabajo en alianza con las empresas productoras y distribuidoras de alimentos, supermercados, productores frutihortícolas y mercados concentradores de frutas y verduras, evitó el desperdicio de más de 85 millones de kilos de alimentos.
Solo en 2017, se distribuyeron más de 9.5 millones de alimentos entre 2.400 organizaciones comunitarias, beneficiando a más de 332.000 personas, el 70% de ellos niños. Considerando la cifra de $80 por kg de alimentos rescatado, el trabajo de la REDBdA puede cuantificarse en $800 millones.
Estos logros se verán multiplicados por la nueva ley, pero Hinsch remarca que con eso solo no alcanza: "Vemos que se necesitan otras herramientas". Entre ellas, la experta incluye beneficios impositivos, la exención del IVA cuando se hacen donaciones o cuestiones del etiquetado como la rotulación con doble fecha de vencimiento. "Son los pasos que siguen", aseguró la entrevistada.
