La R.E.D. de empresas por la diversidad presentó su "Guía de género para empresas. Hacia la paridad". En esta entrevista radial María José Sucarrat, Directora Ejecutiva de la R.E.D., repasa los avances y desafíos de esta problemática en Argentina y el mundo, en clave corporativa.
En pleno siglo XXI persisten marcadas desigualdades entre los géneros en todo el mundo y en todas las esferas de la sociedad. En este sentido, el último Global Gender Gap Report del Foro Económico Mundial refleja que, al ritmo actual, la brecha general de género tardaría 100 años en cerrarse.
Lo que llama la atención no es solo que lleve un siglo llegar a la paridad, sino que contrasta con los 83 años que ese mismo informe había reportado en la edición anterior. Conscientes de este panorama, desde la R.E.D. de empresas por la diversidad de la Universidad Torcuato Di Tella presentaron su "Guía de género para empresas. Hacia la paridad".
El documento plantea un enfoque de igualdad de género que promueve tanto nuevas feminidades como masculinidades. Bajo esta idea, apunta a integrar la perspectiva de género en cada proceso de recursos humanos para impulsar tanto la igualdad de género como el desarrollo de la mujer en el ámbito corporativo.
"Por más ideas de igualdad que tenga la organización todavía hay que trabajar los sesgos inconscientes de género", apuntó en esta entrevista radial María José Sucarrat, Directora Ejecutiva de la R.E.D. de empresas por la diversidad.
Y es que estas desigualdades son producto de sistemas culturales y normas sociales dominantes, a los que se suman otros factores de índole política o económica. Es por eso que aunque la diversidad presenta probados beneficios en el negocio, siguen habiendo tantas trabas para las mujeres. Hasta que no se quiebren esos arquetipos obsoletos, seguirán habiendo pocas mujeres líderes y una extensa diferencia con respecto a sus contrapartes masculinas que va desde el trato hasta el sueldo.
"El grupo que gestiona diversidad no es el único que gestiona cultura", alertó Sucarrat.
Frente a esto, el objetivo de la R.E.D. es dar una guía que le permita a las empresas conocer las ventajas de trabajar este tema; una perspectiva de género para cada proceso de recursos humanos; dilucidar las principales barreras a las cuales se enfrentan las mujeres en el ámbito corporativo; proponer una serie de prácticas de igualdad de género y desarrollo de carrera tanto para las grandes empresas como para las pequeñas y medianas empresas
Para ayudar a corregir el rumbo, proponen una estrategia de cuatro componentes: Integración vida personal-laboral, Desarrollo de carrera, Promoción de masculinidades y Autoliderazgo.