Transformó su línea Postales de la mano de una botella ultraliviana y tapones con huella de carbono neutra, y lanzó un programa de reciclado de vidrio en alianza con el municipio de San Patricio del Chañar. Ana Viola, directora de la bodega, cuenta las novedades.
En una fuerte apuesta a la sustentabilidad, la neuquina Bodega del Fin del Mundo llevó adelante este año dos grandes proyectos alineados en los ejes ambientales y sociales.
La bodega transformó su línea Postales para que tenga un mínimo impacto ambiental. Se transformó el packaging al reducir el uso de tintas, papel y vidrio, además de incorporar un tapón con huella de carbono cero y elaborado con energías renovables. "Estábamos revisando el tema de insumos y surgió la idea de hacer una línea con todos insumos más amigables con el medio ambiente. Empezamos con Postales porque es una línea joven apuntada a un público joven", explicó en esta entrevista radial Ana Viola, directora de esta bodega, que comercializa alrededor de siete millones de botellas al año.
Y destacó por qué decidieron comunicar esa información en la contraetiqueta. "Cada botella es un mensaje y queremos aprovecharlo", precisó y contó que también se creo un sitio con recomendaciones y cuidados ambientales.
Postales: Un packaging con menos impacto La nueva línea incorporó –Tapón Nomacorc línea green bio 300: Fabricado en base a materias primas renovables, es el primer tapón con huella de carbono cero del mundo, hecho con biopolímeros derivados de la caña de azúcar. Esta nueva tecnología combina ciencia y naturaleza para obtener tapones sostenibles, libres de TCA y de poliuretano y 100% consistentes. Estos a su vez permiten una entrada más baja de oxígeno y una conservación del vino hasta los 25 años. Además, la Green Line cuenta con el plus de ser producida con energías renovables y 100% reciclables. –Botella ultraliviana: Esta botella, de 400 gramos es la más liviana del mercado. Es un envase con diseño ecológico que cuenta con el diferencial de reducir su huella ambiental (menor uso de combustible en el transporte). –Papel: Se redujo el uso de tintas y stamping. Además, las cajas son hechas con papel kraft para evitar el proceso de blanqueo que es altamente contaminante. Este tipo de papel de gran resistencia a la manipulación es la mejor elección para empaques sostenibles. |
Fue en este mismo camino de repensar algunas cuestiones vinculadas con el medio ambiente, que surgió la idea de lanzar un programa de reciclado de vidirio. En conjunto con la Municipalidad de San Patricio del Chañar, Bodega Malma y Verallia, la bodega lanzó una iniciativa que se sumará al programa global de recolección y reciclado Chañar Recicla.
Bodega del Fin del Mundo y Bodega Malma donarán todo el vidrio de descarte generado en sus procesos productivos y Fin del Mundo también actuará como centro de acopio del vidrio recolectado. Por su parte, la Municipalidad de San Patricio del Chañar, instalará contenedores en los diferentes puntos verdes. Una vez recolectado el vidrio, se pesará y se enviará a la cristalería Verallia, comprometida con la causa ambiental, quien lo comprará y lo reciclará.
Pero a la pata ambiental decidieron sumarle también una veta social. Los fondos obtenidos por la venta del vidrio servirán apara ayudar a distintas entidades de la región. El primer beneficiario será la Escuela Agrotécnica EPEA N° 3 de San Patricio, pero luego se abrirá la convocatoria para que otros centros educativos presenten proyectos que puedan ser alcanzados por el programa. "La idea es que las escuelas vayan presentando proyectos y se vayan dirigiendo los recursos de esa manera", detalló Viola en esta entrevista radial.
Además, Bodega del Fin del Mundo también realizará acciones de difusión del programa, de capacitación y jornadas de comunicación en diferentes instituciones de Neuquén.