Durante la COP 23, líderes de negocios y corporaciones anunciaron al mundo sus medidas para dejar atrás este recurso. Michael Bloomberg, DSM, BMW y Zurich, entre los más ambiciosos.
Mientras los países se dividieron en movimientos a favor y en contra del carbón durante la 23ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP 23) de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático, varias empresas decidieron sumarse y dejar clara su postura.
Uno de los anuncios que más resonó fue que la batalla para terminar con la quema de carbón del multimillonario Michael Bloomberg pasará las fronteras estadounidenses. El ex alcalde de Nueva York demostró al mundo que hablaba en serio cuando empezó a invertir USD 164 millones en su campaña Beyond Coal de Sierra Club desde 2010, tiempo en el que más de la mitad de estas plantas tradicionales han cerrado.
Ahora, a fines de la COP 23 adelantó que tiene un plan de USD50 millones para expandir el programa a Europa y otras partes del globo. El dinero se destinará a apoyar campañas de base, investigación sobre los impactos del carbón en la salud y acciones legales contra las fábricas que estén rompiendo las reglas de polución.
"El carbón es el mayor contaminador de todos. Si lo pudieras reemplazar por cualquier otro combustible, harías una enorme diferencia en el panorama del cambio climático", enfatizó Bloomberg.
Pero las novedades no vinieron solo de la mano de personalidades individuales. Como el caso de Royal DSM que operará en un 40% de renovables en Estados Unidos gracias a un nuevo acuerdo con NextEra Enery Resources. Con este paso, como miembro del RE100, la compañía se posiciona para superar su target global de abastecerse en un 50% de fuentes limpias al 2025.
"En DSM, la sustentabilidad es nuestro valor central. Siempre exploramos nuevas formas de hacerle mejor al planeta y a las personas. DSM está orgulloso de aliarse con NextEra Energy Resources para traer más electricidad renovables a la grilla nacional estadounidense y de energizar cada vez más a nuestro negocio de una manera que genere una vida más brillante para las personas hoy y las generaciones futuras", comentó Hugh Welsh, Presidente de DSM North America.
Otra que se vuelca a las alternativas y le dice adiós al carbón es BMW. También en el marco de la Cumbre de las Partes, la automotriz anunció que todas sus compras externas de energías serán 100% de renovables al 2020, un alza significativa del 63% que marcó el año pasado.
Para lograr su meta, la alemana comprará energías limpias para todos sus 31 sitios de producción en 14 países.
En algunos casos, las decisiones tuvieron que ver con el corazón mismo de los negocios. Como en el de la entidad financiera más grande de Australia, el Commonwealth Bank, que declaró que estaba frenando sus inversiones en nuevos proyectos carboníferos. A través de un comunicado de su presidente, Catherine Livingstone, la compañía resaltó que su apoyo a este tipo de emprendimientos ha sido pequeño y se ha mantenido así.
"Esperamos que esta tendencia continúe durante el tiempo a medida que ayudamos a financiar la transición a una economía de bajo carbono", expresó Livingstone.
En la misma línea, Zurich anunció que cortará sus lazos con los negocios intensivos en carbón. De esta manera, el gigante del rubro decidió retirar su dinero y dejar de ofrecer seguros a las empresas que dependan en más de la mitad de su volumen de negocios en carbón.
Con la decisión de Zurich, su sector se muestra como uno de los más combativos. En solo dos años, el creciente número de aseguradoras que se sumaron a esta movida retiraron alrededor de US$20.000 millones a estas empresas.
La primera en dar el puntapié fue la francesa Axa en 2015 cuando retiró cientos de millones de dólares en inversiones de carbón, y la siguió Allianz meses después. Hasta ahora unas quince aseguradoras han tomado medidas similares.