La pata privada contó con gran espacio en la Cumbre de París, de la mano de 180 eventos corporativos. Con temas como precio del carbono, energías renovables e iniciativas sectoruales presionó desde diferentes ámbitos para determinar la agenda climática.
Con más de 180 eventos corporativos planeados en la 21ª Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, las empresas jugaron un rol fundamental a la hora de dar forma a la agenda climática. CEO y gerentes senior de las compañías más grandes sobresalieron entre los 50.000 participantes que dieron el presente en la cumbre.
En la búsqueda de un precio al carbono
Entre los temas centrales, la fijación de un precio global al carbono contó con la adhesión de partes públicas y privadas. Diversas iniciativas se englobaron bajo la necesidad de esta lógica económica que busca incentivar la innovación de bajo carbono y proveer un marco normativo estable para los negocios.
Las compañías se vuelven instrumentales para que se reconozca la medida como una herramienta efectiva y necesaria. De acuerdo al Carbon Disclosure Project, más de 1.000 empresas ya establecieron un precio interno o planean hacerlo en un futuro, un salto enorme si se compara con las poco más de 100 que representaban hace un año atrás.
El quién es quién de los compromisos corporativos de la COP21 –Science Based Targets |
Siguiendo esta lógica, en París los miembros de la Carbon Pricing Leadership Coalition se sumaron a este pedido, pero dando incluso un paso más. El grupo se dio la tarea de generar una base de evidencias para los mejores sistemas de fijación de precios que ya existen. Entre las 71 que conforman la asociación junto a diversos gobiernos, se cuentan Abengoa, Ernst & Young, Statoil, Natura, Philips y Zenith Bank.
En una línea similar, 65 CEO responsables por una capitalización total de US$ 1.9 billones provenientes de 20 sectores se comprometieron a integrar el precio al carbono en sus estrategias corporativas a largo plazo y en sus decisiones de inversión. De esta forma, aceptaron el triple desafío de establecimiento de precio interno, divulgación pública y llamado a mercados de carbono a través del Business Leadership Criteria on Carbon Pricing.
Sin embargo, para muchos de los expertos, pese a ser efectivo y eficiente para las empresas, el efecto sobre las emisiones absolutas es mínimo. Se necesitaría un precio relativamente elevado (en el orden de los US$30 a US$40 por tonelada) para cambiar las inversiones hacia las fuentes limpias. Con el precio actual del esquema de la Unión Europea que ronda los US$6 por tonelada, el incentivo no es sufieciente. Además, advierten que su implementación solo eleva el costo de las energías fósiles y no hace nada por bajar los de energías alternativas.
Planes de reducción
También atrayendo la atención de gran cantidad de actores, se destacó la cuestión de reducción de emisiones. En un esfuerzo conjunto de CDP, WRI, WWF y el Global Compact, la iniciativa Science Based Targets trabaja con las empresas para establecer metas basadas en ciencia y solo aprueba aquellas que cumplen con su estricto criterio. Durante la COP, 114 empresas asumieron el deber de fijar sus objetivos en línea con el pensamiento de la comunidad científica que aboga por mantener el calentamiento global por debajo de los 2º.
De estas, diez empresas ya cuentan con la aprobación de sus planes: Coca-Cola, Dell, Enel, General Mills, Kellogg, NRG Energy, Procter & Gamble, Sony y Thalys. En conjunto, reducirán 799 millones de toneladas de CO2 y también anunciaron que se dedicarán a la disminución de las emisiones indirectas generadas en sus cadenas de valor.
Kellogg, por ejemplo, prometió una baja del 15% en la intensidad de los gases al 2020 y del 20% en términos absolutos de su cadena de valor. Mientras que Enel, por su parte, acortará el 25% de emisiones por kWh para el 2020, medida que incluye el desmantelamiento de 13GW de plantas fósiles en Italia. La eléctrica se convierte así en un punto de referencia a nivel global en metas a largo plazo para operar en neutralidad de carbono para el 2050.
"Como una compañía energética global, Enel está preparado para desafiar los hábitos de los negocios y tomar la delantera en la transformación de la infraestructura energética", destacó Francesco Starace, CEO y Gerente General de Enel.
Sumando acciones para lograr el cambio
Estos son parte de una serie de compromisos corporativos sin precedentes que se gestaron durante la celebración de París. Varios tuvieron lugar durante el foro de negocios de Caring for Climate (C4C), formulada por el Global Compact, el Programa Ambiental de Naciones Unidas (UNEP) y el secretariado de la UNFCCC. Como la mayor coalición de negocios para cambio climático, la C4C durante sus dos jornadas reunió a más de 700 participantes de distintos ámbitos.
"El momentum colectivo entre el sector privado para la acción climática está creciendo día a día. Más compañías e inversores que nunca la están liderando. Pero para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2º debemos ir más profundo y más rápido. Necesitamos el 100% de la participación de la comunidad corporativa", expresó Ban Ki Moon, Secretario General de Naciones Unidas.
Así, más de 450 CEO de 65 países y 30 sectores se comprometieron a través del C4C a establecer fines, informar sobre sus progresos y trabajar junto a los legisladores para impulsar la agenda. En el foro, un total de 114 compañías se comprometieron a involucrarse responsablemente en la normativa climática. Para ello, establecerán procesos de auditoría interna de sus actividades para asegurar su consistencia y comunicarán sus acciones, posiciones y resultados.
"El sector privado puede ayudar a llenar la brecha entre los compromisos de los gobiernos a través de sus INDC y lo que se necesita para alcanzar una economía neutra de carbono a mediados del siglo. Nuestro trabajo al salir de París es el de movilizar la gran mayoría de compañías que no forman parte de este movimiento", disparó Lise Kingo, Directora Ejecutiva de UN Global Compact.
Entre las cientos de compañías que apoyaron las acciones de la COP21, pocas llegaron a sus puertas y en su lugar decidieron dejar que compromisos blockbuster o las grandes coaliciones los representen.
El movimiento RE100 que alienta a la empresas a abastecerse 100% de manera renovable contó con la adhesión de nuevos integrantes, como Unilever o Microsoft, quien pese a ya ser 100% limpia desde 2014 decidió formar parte de la red. Las últimas seis en seguir el camino fueron BMW, Coca-Cola, International Flavors & Fragrances, Nordea Bank, Pearson y Swiss Post, lo que lleva el número total de signatarios a 53. Se calcula que en su totalidad representarán una demanda de 90.1 TWh de electricidad renovable una vez hecho el cambio, ahorrando 56 millones de toneladas anuales.
"Muchas compañías están haciendo la transición a renovables a un paso notable y alientan a sus proveedores y consumidores a hacer los mismo. La campaña RE100 está enviando un claro mensaje a París de que las soluciones tecnologías para taclear el desafío climático ya existen y que los negocios apoyan el cambio a la energía renovable", explicó Emily Farnworth, Directora de RE100.
Iniciativas sectoriales
En lo que hace a las industrias, distintos sectores encontraron en estas coaliciones la fuerza necesaria. Así fue para el rubro de transportes que además de ser el emisor del 22% de CO2 a nivel global y del 19% de carbono negro, de seguir operando como lo hace, se convertirá en el contribuyente de contaminación de más rápido crecimiento.
Conscientes de esto, desde el Green Freight Action Plan, el proyecto de la Coalición por Clima y Aire Limpio, apuntan a fomentar el transporte eco amigable de bienes , a la vez que se reducen las opciones diesel y de carbono negro. Entre sus miembros se encuentran Deutsche Post, HP, Ikea y Volvo como así también 24 naciones.
Un puñado de automotrices, lideradas por Tesla y Michelin Nissan-Renault se unieron al UNEP y a la International Energy Agency en un llamado a la movilidad eléctrica, con el objetivo de que estos vehículos representen el 20% de los autos en las rutas de cualquier país para el 2030. Un compromiso de lo más ambicioso, si se considera que a medida que aumentan los ingresos de la población en países en desarrollo vías de desarrollo, el número de autos se duplicará en los próximos 15 años, alcanzando los 2.000 millones en 2030.
Como responsable del 30% de las emisiones mundiales, la construcción también decidió dar un paso al frente. Bajo Global Alliance for Buildings and Construction, 60 grupos y 16 países apuntan a reducir su huella y entre los pesos pesados se incluyen la International Union of Architects, World Resources Institute y el World Green Building Council.
Por su parte, dieciséis empresas priorizarán los diseños de construcción de edificios de consumo de energía casi nulo (nZEB) para sus instalaciones nuevas y para el 2030 extenderán esta filosofía a sus oficinas y a sus plantas de fabricación existentes. British Land, Hammerson, Interface, JLL, Kingfisher, Land Securities, Lloyd's Banking Group, Philips, Skanska y Tesco son algunos de los grandes nombres en la movida.
Financiación multimillonaria
Los compromisos financieros también han sido impresionantes, empezando por los miles de millones de la mano de la Breakthrough Energy Coalition liderada por Bill Gates. Un total de 28 inversionistas de todo el mundo como el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg y el presidente ejecutivo de Virgin, Richard Branson, destinarán fondos a la producción de energía limpia.
Así, para su líder, la reducción de la dependencia mundial hacia los combustibles fósiles puede arrojar enormes beneficios económicos. “Ayudaría a que millones de personas más escaparan de la pobreza. Estabilizaría los precios de la energía, lo que tendría un impacto aún mayor en la economía mundial ya que más gente dependería de la energía en su vida diaria”, expresó el cofundador de Microsoft.
Igual de impresionantes son los objetivos de préstamos de energía limpia establecidos por los grandes bancos norteamericanos: Goldman Sachs con un fondo de US$150.000 millones, Citi de US$100.000 de millones y Bank of America de US$125.000 de millones.
Esta apuesta viene por un cambio de perspectiva sobre la inversión necesaria para enfrentar la cuestión climática. "Nuestros clientes la perciben como una oportunidad de negocios y los bancos impulsados por la demanda de sus clientes lo ven así. Ese cambio ha ocurrido y hay un fuerte sentido en la comunidad de negocios de que estamos listos para aprovecharla, y lo estamos haciendo", apuntó Valerie Smith, Directora de Sustentabilidad Corporativa de Citi.
En una declaración conjunta, los bancos de desarrollo African Development Bank , Asian Development Bank, European Bank for Reconstruction and Development, European Investment Bank, Inter-American Development Bank y el World Bank Group trabajarán juntos para incrementar las inversiones en renovables al movilizar las finanzas públicas y privadas. Las entidades ya han aportado US$100.000 millones en los últimos cuatro años en países en desarrollo y emergentes y cinco de ellos aumentarán el financiamiento a US$170.000 millones durante los próximos cinco años. También se comprometieron a que los programas de desarrollo considerarán tanto los riesgos como las oportunidades ecológicas.