La organización se planteó llegar a cero carbono en su alcance total, que asciende a 18,8 millones de toneladas. Las comunidades de agricultura, proveedores, clientes y consumidores son algunos de los medios para lograrlo.
Sin lugar a dudas, el 2015 fue el año en el que por fin se logró poner a la temática en el centro de la agenda global. Desde la Cumbre de Nueva York a la COP 21 en Lima, gobiernos, compañías y personas de todo el mundo se hicieron oír para hacer frente a la problemática como nunca antes. Con las expectativas puestas en París, el terreno se preparó los meses previos para que algunos den pasos más osados. Y pocos anuncios corporativos han sido tan ambiciosos como la nueva política climática de Danone.
“Nuestras actividades están directamente vinculadas con la naturaleza y la agricultura. Los riesgos del calentamiento global son altos y afectan tanto los ciclos naturales de los que dependemos, como las condiciones de vida de las personas, comenzando con las familias de granjeros y los criadores de ganado. Hoy hemos decidido ir más allá y estamos adoptando otro paso decisivo para un modelo de crecimiento resiliente”, expresó Emmanuel Faber, CEO de Danone.
Con este planteamiento, la empresa involucrará no solo las áreas que caen bajo su responsabilidad directa, como fabricación, envasado, logística y fin de vida del producto. Sino que también la extiende a aquellas de responsabilidad compartida, haciendo un especial foco en la agricultura, que representa el 65% del total.
“Para contribuir a encontrar soluciones a este desafío de cambio de juego, debemos tener una visión global de la cadena alimenticia. Al mirar el carbono como un ciclo, no solo podemos reducir nuestras emisiones, sino también ofrecer soluciones para promover el secuestro de carbono en el suelo, selvas y humedales a través de prácticas de agricultura y actividades de restauración del ecosistema, las cuales reducen las emisiones de gases de efecto invernadero", explicó Pascal De Petrini, Vicepresidente Ejecutivo de los Ciclos de Recursos Estratégicos.
Programando el futuro
Para eliminar las 18.8 millones de toneladas totales, se plantea un recorrido a largo plazo, comenzando por la disminución del 50% en intensidad entre 2015 y 2030, además de la reducción en términos absolutos antes de 2025.
Para ello, la estrategia se ha definido en torno a cinco prioridades: reducción de las emisiones en su alcance total; desarrollo de iniciativas de “carbono positivo” para la captura carbono en ecosistemas naturales; eliminación completa de los impactos de la deforestación de la cadena de abastecimiento para 2020; construcción de resiliencia en los ciclos de alimento y agua; y oferta de opciones de dieta saludables producidas mediante el uso eficiente de los recursos, utilizando ingredientes obtenidos sustentablemente.
"Este enfoque exige una mejora continua para desencadenar la innovación y propagar mejores prácticas. Enfocados en el pragmatismo y la experimentación en pequeña escala podemos reunir herramientas para resolver los desafíos complejos del cambio climático dentro de la cadena alimenticia”, apuntó De Petrini.
De esta forma, Danone radicalizó su compromiso ambiental que data desde hace décadas y que va profundizando con el tiempo. En 2000, por ejemplo, la institución había definido sus objetivos verdes y su plan a diez años. Pero ya en 2008, aceleró el ritmo con un lineamiento para reducir su intensidad de carbono un 30% a lo largo de cinco años en sus operaciones de responsabilidad directa, meta que alcanzó y superó a fines de 2012. Para gestionar este nuevo tramo con la mayor efectividad, utilizará un módulo integrado de última generación para medir el desempeño que se empleará en todas las subsidiarias para 2020.