Así lo reveló un estudio de TNS Argentina, que indica que cayó tanto la cantidad de donantes como la de voluntarios. Las cifras son las más bajas desde 1997. El segmento de 35 a 64 años, el más activo en materia de trabajo social.
El Informe TNS Voluntariado 2014 muestra un descenso tanto en las personas que realizan donaciones (22%) como en las que participan en tareas voluntarias (13%). Si bien la caída de estas últimas son leves con respecto a la medición anterior (15%), son las cifras más bajas registradas desde el año 1997.
A la hora de analizar la tendencia del voluntariado a lo largo de los años, TNS observó una estabilidad durante la década de los '90. Durante el período 2000-2004 se vivenció una alta participación. Esto podría explicarse, en parte, por las crisis que se experimentaron en el país en ese tiempo. Desde entonces, ha habido una baja sistemática año a año. TNS sugiere que esto puede estar relacionado a una percepción positiva sobre el bienestar social, que se traduce en una falta de involucramiento por parte de la sociedad.
¿Quiénes más? ¿Quiénes menos?
En materia de voluntariado, el estudio no registra diferencias en cuanto a género. Tanto hombres como mujeres participan en un 13%. De todos modos, existen otros factores que sí presentan disparidades: la educación, el nivel socioeconómico, las edades y los lugares de residencia.
La edición de este año muestra que la tendencia a ser voluntario aumenta a mayor educación (25% entre los universitarios y 9% de los primarios). Así sucede también con los sectores socioeconómicos altos, que se muestran como los más involucrados con un 23%, frente a un 15% de los medios y un 12% de los bajos.
En cuanto a las edades, los adultos de 35 a 64 años llevan la delantera con un 18%. Y, por último, en el Gran Buenos Aires y el interior del país (14% cada uno) la gente es más propensa a realizar voluntariados que en la Capital Federal (7%). Todos estos factores presentaron números más bajos que en las mediciones anteriores, con la excepción de los sectores altos analizados que tuvieron un leve repunte de dos puntos comparado al año pasado.
El ADN del trabajo voluntario
El informe también indagó sobre el grado de involucramiento en los voluntarios. Al consultar a los encuestados sobre la frecuencia con que realizan estas actividades, el 39% respondió que lo hace semanalmente. Dentro de estos, el 20% lo hace más de una vez por semana y el 19% una sola vez. Por otro lado, el 37% afirma involucrarse una vez al mes y un 25% lo hace esporádicamente.
Este análisis llevó a que los encuestadores preguntaran sobre el grado de satisfacción que produce el trabajo voluntario. De esta forma, se encontró que casi todos los que respondieron manifiestan estar satisfechos con la tarea que realizan. Un 92% se expresó en estos términos, siendo “muy satisfecho” el 47% y “bastante” el 45%. Sin embargo, incluso estas afirmaciones muestran una baja. Mientras que en el año 2011 el 75% decía estar muy satisfecho, en el 2012 el 63% señalaba lo mismo, y hoy es del 47%.
En última instancia, el estudio se refirió al interés que expresaron los encuestados de participar en tareas voluntarias en los próximos 12 meses, a lo que el 31% respondió afirmativamente. Si bien esta cifra duplica la proporción de argentinos que actualmente realizan tareas voluntarias, es mucho menor al 63% de los que no están interesados en hacerlo.
Pasando ahora a la predisposición a donar dinero a una entidad, un 28% estaría dispuesto a hacerlo en los próximos meses. De este porcentaje, el 10% declara que es bastante probable que lo haga y el 18% sostiene que es muy probable. Sin embargo, sucede lo mismo que en el voluntariado: la cantidad de personas reticentes es mayor: el 62%. De este último grupo, el 32% ve como poco probable su participación activa, mientras que el 31% es más taxativo al respecto, al declarar que la probabilidad de donar es nula.