El GRI lanzó la nueva generación de sus guías que introduce cambios radicales. Pone el foco en la materialidad y la cadena de valor y le dice adiós a los niveles de aplicación, vinculados a la cantidad de indicadores reportados.
Siete años después del lanzamiento de la Guía G3, el Global Reporting Iniciative redobló la apuesta y lanzó con bombos y platillos la última generación de lineamientos GRI. Lo hizo en la Conferencia Anual sobre Sustentabilidad y Reporting, realizada hace unos días en Amsterdam, donde más de 1.500 líderes de todo el planeta escucharon atentos los detalles de la flamante G4, que ya está dando que hablar.
El énfasis en la materialidad de los informes, que básicamente se vincula con la relevancia de la información y los indicadores tanto para las empresas como para sus grupos de interés, es uno de los puntos fuertes de la flamante G4. “Esto permitirá a las organizaciones que reportan y a los usuarios de los informes concentrarse en los impactos ambientales, sociales y económicos que realmente importan, resultando en reportes más estratégicos, más focalizados y más creíbles, además de más fáciles para navegar”, aseguran desde el GRI.
Pero no se trata del único cambio que plantea la nueva G4. También pondrá fin a los clásicos niveles de aplicación de las Guías G3/G3.1, conocidos por las letras A, B o C. Estos dejarán de utilizarse y se pasará a un esquema, todavía en etapa de revisión, que propone dos modelos: uno “core” o fundamental y el otro “comprehensive” o completo. Así, a través del análisis de los temas más relevantes para el negocio y sus stakeholders, las organizaciones podrán comenzar reportando algunos aspectos de la guía, y aquellas que estén más avanzadas en el camino del reporting podrán hacer un uso más exhaustivo de la guía.
Otro cambio importante será la definición de la cobertura o alcance de los informes. Con esta guía, los reportes pasarán a centrarse en el impacto a lo largo de toda la cadena de valor, sin importar la titularidad o el control jurídico. Y es justamente sobre la cadena de suministro que se incluirá a partir de ahora una mayor cantidad de indicadores. Se analizará cada impacto negativo en materia social, ambiental y de gobierno corporativo.
Además, la G4 incluirá también una mayor cantidad de contenidos sobre Gobernanza, buscando profundizar la información sobre el vínculo entre gobierno, remuneración y desempeño sustentable. Y no se dejará de lado a la Alta Dirección, en la mira después de tantos escándalos corporativos, de quienes se incluirán mayores indicadores.
También se incluyen más temas de corrupción y cambio climático, especialmente sobre emisiones de gases de efecto de invernadero, buscando reflejar los avances de los últimos años.
Otro punto fuerte es la armonización con otros marcos globales, como las Directrices de las empresas multinacionales de la OCDE, los Principios del Pacto Global de las Naciones Unidas y los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos.
El lanzamiento de esta guía es la culminación de dos años de consultas y diálogos con distintos grupos de stakeholders de todo el mundo. “Este es el momento de centrar nuestros esfuerzos y recursos en lo que realmente importa y necesita ser cambiado”, resumió Ernst Ligteringen, CEO del GRI.