¿La RSE es cosa de mujeres?


Las ejecutivas femeninas predominan en la ejecución de la Responsabilidad Social, aunque en muchos casos hay hombres liderando las áreas. Tres hombres y tres mujeres analizan este reinado femenino. Una reflexión en celeste y rosa para todos y todas.

Una rápida mirada a las áreas de RSE y sustentabilidad locales confirma que las mujeres superan en número a sus pares masculinos. Las explicaciones de este fenómeno son múltiples. Puede remontarse al carácter más bien filantrópico que estos departamentos tuvieron en sus inicios, territorio clásicamente femenino. Y, por qué no, al reinado de las mujeres en muchas carreras humanísticas, que nutren por excelencia departamentos como Asuntos Públicos, de quienes muchas veces depende el área de RSE.

Claro que si se analiza quiénes son los líderes de muchas de estas áreas, que tienen solo como una de sus responsabilidades el desarrollo de la RSE, en muchos casos la cabeza tiene perfume de varón, confirmando la prevalencia masculina en puestos gerenciales y directivos.

Pero si de cantidad se trata, sin distinguir la jerarquía, las mujeres claramente predominan, haciendo gala de una sensibilidad perfecta para cuestiones sociales. Prueba de esta tendencia basta remitirse a los populosos almuerzos de las mujeres de la RSE, que se organizan desde hace dos años en Capital con una afluencia creciente y ya son un hito en este mundillo. Aunque hay que reconocer que los varones tampoco se quedan atrás y organizan sus propias reuniones, en las que se habla menos de pañales y más de fútbol.

A estos habitués de los almuerzos de género, tres hombres y tres mujeres convocamos para que nos ayuden a pensar a qué obedece este reinado femenino y a analizar las ventajas de la preciada diversidad, que todo trabajo en sustentabilidad exige. Una reflexión en celeste y rosa, para todos y todas.


Cynthia Giolito, Gerente de Responsabilidad Social Empresaria de Telecom.

La RSE se construyó, en su inicio, como un espacio para canalizar iniciativas de desarrollo comunitario y solidario. Las áreas de gestión avanzaron con mayoría femenina en liderazgo y equipos de trabajo. La mujer se destacó allí con su amplia sensibilidad social.

Hoy, la RSE evoluciona hacia el diseño e implementación de estrategias de sustentabilidad. Debemos balancear lo social, lo ambiental y lo económico, con planes e indicadores de desempeño financieros y no financieros, y con una mirada profundamente involucrada con la operación. Precisamos alinear la gestión de la RSE al negocio, con una mirada integral que aporte al triple desempeño. Hoy, los equipos de RSE necesitan la diversidad de ambos géneros, con la riqueza que ello genera.

La sustentabilidad de las organizaciones depende de equipos heterogéneos, que logren el máximo rendimiento y la construcción de una sociedad con bienestar económico, social y ambiental. Y este enorme desafío requiere de fuertes liderazgos, enriquecidos por la diversidad.


Alejandro Toscano, Gerente de Ciudadanía Corporativa de IBM Argentina.

Ante todo me gustaría decir que la Responsabilidad Social Empresaria es cosa de todos. Claro que no podemos negar que en un principio las mujeres fueron pioneras en asumir este rol, pero así como cada vez hoy son más las que ocupan cargos gerenciales, hace años que los hombres comenzaron a trabajar en éste área.

Cada uno aporta su punto de vista para fortalecer las acciones y colaborar con la construcción de programas sólidos y estrategias claras. En nuestro caso particular, me refiero al equipo de IBM Argentina, somos la misma cantidad de hombres y mujeres, y considero que es un equilibrio muy conveniente para este tipo de trabajo. Somos iguales pero diferentes y es justamente esa diferencia en la que nos complementamos y aportamos más valor.

No importa tanto si somos más hombres o mujeres, lo que realmente interesa es que quienes trabajamos en RSE seamos capaces de llevar nuestro mensaje a toda la organización. Es fundamental que estemos comprometidos en desarrollar acciones que impacten en la sociedad en que vivimos y ¡qué mejor manera de hacerlo que de forma colaborativa entre mujeres y hombres!


Constanza Gorleri, Gerente Responsabilidad Social Corporativa de Banco Galicia.

El trabajo en el entidades sin fines de lucro o en acciones solidarias fue durante mucho tiempo terreno de mujeres, y en el sector social seguimos viendo que los equipos suelen estar confirmados más por mujeres que por hombres. Sin embargo, la Responsabilidad Social Corporativa pertenece al ámbito empresarial y no sigue la misma tendencia de las organizaciones sociales.

Analizando quiénes son los referentes de RSC de las principales empresas vemos que, si bien la diferencia no es mucha, hay más hombres que mujeres. Esto da cuenta que en las gerencias a cargo de promover una gestión de los negocios sustentable en las empresas, al igual que en otras áreas, las posiciones gerenciales están ocupadas en su mayoría por hombres.

Creo que ambas tendencias se están modificando de a poco, en las empresas cada vez hay más puestos gerenciales ocupados por mujeres y en las organizaciones sociales cada vez hay más hombres trabajando.


Lucas Ignacio Utrera, Profesor del MBA de UADE Business School.

Una primera y rápida respuesta es afirmativa. A las pruebas me remito: cada semestre quienes cursan RSE en la universidad son, en su mayoría, mujeres, al igual que la mayor parte de mis colegas del mundo corporativo. Podría buscar explicaciones con argumentos históricos, como el tradicional rol de la mujer en cuestiones sociales, o también arriesgar razones biológicas que justifiquen esta preeminencia. E, inclusive, plantear una divertida, pero irresuelta “batalla de los sexos”.

Pero, en realidad, no debemos confundirnos. La RSE no es cosa de mujeres, sino de valores femeninos, trascedentes a cualquier cuestión de género. Alain Touraine, en su libro “El mundo de las mujeres”, destaca la supremacía de la mujer para el siglo XXI por su universo de representaciones orientadas hacia la creación de sí y a la recomposición de la sociedad. Porque lo femenino es justamente eso: fuerza en acción hacia adentro, intuición, emoción, distribución y creatividad. ¿Acaso no son esas claves de la sustentabilidad? ¿Cuán capaces somos los varones para descubrir y potenciar estos valores femeninos que tenemos?

Entonces, que la RSE sea cosa de mujeres y varones, de personas capaces de reconocer y potenciar sus valores masculinos y femeninos, el mundo práctico y el creativo, la razón y la emoción. Sólo así, y junto a los demás, la RSE será transformadora de esta realidad que por momentos tanto nos incomoda.


María Amelia Videla, Directora de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de ManpowerGroup.

Según estudios publicados en estos últimos años, la participación de las mujeres en las empresas aún sigue siendo mayoritaria en áreas como Recursos Humanos, Marketing, Comunicación, Administración o Servicio al Cliente. Y es minoritaria en Finanzas, Operaciones, Planeamiento Estratégico o Sistemas. Será por este carácter quizás “blando” de incidencia inicialmente social, y para profesionales con dotes para la comunicación y el relacionamiento activo, que las mujeres han tenido hasta aquí una presencia importante en las áreas de RSE.

Y si existe una ética femenina según los especialistas -“ethics of care o mothering ethics” – esa es justamente la que pone énfasis en el “cuidado” por el otro, en evitarle un daño a los demás y en la cooperación. Y mucho ya se ha dicho acerca de la RSE como “ética del cuidado” de todos los públicos de interés de una organización. Pero, más allá de eso, éste es un ámbito de acción que requiere de la integración de los estilos complementarios de liderar y gestionar que tienen los hombres y las mujeres para enriquecer verdaderamente a las organizaciones.


Agustín Del Castillo, Coordinador de RSE de Banco Patagonia.

Que hay más mujeres que hombres en las áreas de RSE es cierto. Una investigación de ComunicaRSE del 2008 daba como resultado que la proporción de mujeres en estas áreas era de un 61%. 
Si buscásemos los orígenes de la RSE en las acciones de filantropía, podemos ver que la conducción de las asociaciones de socorros mutuos, de beneficencia u asistencia en orfanatos estaba en manos de mujeres. Porque socialmente, además, la mujer no tenía la participación que tiene hoy en el trabajo formal y estaba más abocada al hogar y a tareas voluntarias de los más necesitados. 


Con el surgimiento a nivel global de la preocupación por los temas sociales, ambientales y un desarrollo económico más inclusivo, se va requiriendo un mayor conocimiento y especialización en temas técnicos. 
Esto genera que el campo de acción se amplíe tanto a hombre como mujeres.
 Otro factor de origen tiene que ver los espacios de RSE fueron ocupados, en principio, por profesionales que vienen en su mayoría de la carrera de Comunicación Social, en la que la tendencia es que haya también más mujeres.

Considero que el debate debe pasar por no el tema de género, sino por la jerarquización y el lugar que se le da a las áreas de RSE dentro de la agenda empresaria.
En definitiva, no creo que sea una cuestión de genero, sino más bien una cuestión de sensibilidad por llevar adelante los temas de RSE.



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